El primer Dakar en el desierto Saudí se acerca al final, y la pugna que sostienen el estadounidense Ricky Brabec (Honda) y Pablo Quintanilla (Rockstar Husqvarna) por el triunfo en las motos, se puso aún más emocionante con el triunfo del chileno en la undécima y penúltima etapa, de 379 kilómetros entre Shubaytah y Haradh.

Quintanilla impuso sus condiciones con un ritmo sólido y sin errores en la interpretación del roadbook, apoyándose también con las huellas de referencia que siempre tuvo delante al largar en la novena posición. Detuvo los relojes en 4h 9′ 22” y quedó a casi 14 minutos del líder de la competencia.

“Siempre es un sentimiento especial ganar una etapa en el Dakar y llevarme otra más este año es increíble. Fue una especial bien complicada, peligrosa; casi toda por fuera de pista y en medio de dunas que tenían cortes. Apreté mucho cuando tomé el ritmo que necesitaba, sabía que era una buena oportunidad de pasar adelante y la aproveché”, analizó el sanantonino.

La etapa que pondrá término al Dakar 2020, no será sencilla: 374 kms de sector selectivo, para luego continuar con 73 más por carretera hasta llegar al podio en el centro de Qiddiya.

“Si bien recuperé varios minutos con respecto a Ricky, todavía hay una diferencia importante; pero como sabemos, las carreras no se terminan hasta cruzar la meta. De todas maneras, ya el hecho de estar en esta posición me llena de orgullo”, valoró Quintanilla.