En una carrera llena de incidentes dentro y fuera de la pista, específicamente en el paddock de Mercedes, Max Verstappen sumó su segunda victoria de la temporada y se quedó con el Gran Premio de Alemania en una jornada marcada por la lluvia.

El caos estuvo presente desde la partida en el asfalto todavía húmedo y el gran favorecido fue Sebastian Vettel, que como local remontó desde la vigésima a la segunda posición y revivió una temporada oscura.

El dato estadístico más elocuente de la dificultad de la carrera fueron las 78 paradas en pits que registraron los pilotos

Verstappen y Vettel acertaron con las gomas según el estado de la pista. Pero Lewis Hamilton entró a pits cambiar la trompa y perdió un minuto por la decisión de los neumáticos: es primera vez que los Mercedes no puntúan en la campaña.

En este escenario, a Verstappen no le tembló el pulso y timbró otra gran presentación. Daniil Kvyat cerró el podio con Toro Rosso de una carrera loca que deja más competencia a lo que queda de temporada.