Desde que se supo de su clasificación para los Juegos Olímpicos de París 2024, la boxeadora argelina Imane Khelif sufrió discriminación por todos lados. Desde las autoridades del deporte hasta sus propias rivales realizaron comentarios malintencionados.
Hasta se mostró un estudio clínico, el cual afirmaba que esta mujer de 25 años era “biológicamente masculino” tras las pruebas de género que se le realizaron. Con esos múltiples prejuicios por delante, se presentó en el cuadrilátero y fueron sus puños los que hablaron.
Victorias contundentes ante la italiana Angela Carini y la húngara Luca Anna Hamori le permitieron asegurar una medalla. En semifinales también se impuso, ahora ante la tailandesa Janjaem Suwannapheng, y le faltaba dar el último paso para la medalla de oro.
En el estadio de Roland Garros, donde se juega el Grand Slam de tenis, fue el escenario de la consagración para Imane Khelif, que necesitaba de la victoria ante la china Yang Liu para ganar la categoría de los 66 kilogramos. Y lo consiguió, con una clara victoria por 5-0.
Imane Khelif rompió los prejuicios en París 2024
Luego de todas las polémicas que se generaron en torno a su figura, fue su padre, Omar Khelif, quien salió en su defensa y en conversación con la Agencia France Presse (AFP) dejó en claro que “mi hija es una niña, fue criada como una niña, es una niña fuerte y valiente”.
“Se le enseñó a tener una fuerte voluntad en el trabajo y en la formación. Es una de las heroínas de Argelia. Si Dios quiere, nos honrará con una medalla de oro y levantará la bandera nacional en París”, agregó el progenitor de Imane Khelif. Razón tenía.
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