Una extensa entrevista otorgó el delantero sueco Zlatan Ibrahimovic al destacado medio deportivo de Italia Corriere dello Sport, donde además de varios ámbitos de su vida personal y profesional también abordó la recordada pelea que tuvo con el delantero belga Romelu Lukaku en enero de este año por la Copa Italia.
Duelo de cuartos de final en el que Internazionale venció por 2-1 al AC Milán, y donde Ibra reconoció quedar en shock tras el ataque de su ex compañero de equipo, pero igual aceptó que lo “buscó” tras sacar al baile la supuesta práctica de vudú por parte de la mamá de Lukaku.
Así, Zlatan rememoró la situación acusando que Romelu “primero pelea con Romagnoli, luego con Saelemaekers e intervine para defender a mis compañeros. Tras eso Lukaku me ataca a nivel personal y quedé conmocionado, ya que habíamos sido compañeros de equipo en Manchester United”.
Inmediatamente después, el goleador histórico de la selección de Suecia reconoció que fue con todo para herir los sentimientos del belga. “Así que lo golpee en su punto ideal: los rituales de mamá, y ha perdido el control”, añadió, señalando inmediatamente después que “me queda una duda atroz” sobre la efectividad de su estrategia.
Al ser consultado por cuales son esas dudas, avisó que invocar a la madre del goleador le trajo mala suerte. “Perdimos ese derbi, fui expulsado y luego me lesioné, fueron muchas cosas malas. ¿Quieres saber si el rito Lukaku realmente me hizo eso?”, disparó.
Así, después reveló que ante eso sintió miedo, y confesó que “les pedí a mis amigos creyentes que oraran por mí. Yo también tengo que pagar la cuenta con él, y espero encontrármelo pronto”.
Pero no pretende hacerlo de forma violenta en otra discusión, ya que para cerrar se puso pacífico y filosofó que “son cosas que hay que resolver en el campo. No odio a nadie, mucho menos a Lukaku. El odio es un sentimiento exigente”.
“Lukaku tiene un gran ego, está convencido de que es un campeón y es realmente fuerte. Pero crecí en el barrio de Malmo, y cuando alguien viene debajo de mí con la cabeza gacha lo pongo en su lugar”, concluyó entre risas.