Virgil Van Dijk se ha alzado como el mejor defensor del mundo tras una temporada de excepción en el Liverpool. Es más, muchos fueron más allá y lo consideran el mejor futbolista de la actualidad a nivel global y dicha prueba fue la gran cantidad de votos que recibió para quedarse con el premio The Best que, finalmente, recayó en Lionel Messi.

En medio de esta exposición, el holandés aprovechó para confesar algo que casi nadie sabía: estuvo a punto de morir e incluso llegó a escribir su testamento.

El hecho ocurrió cuando tenía 21 años y estaba en el Groningen de Holanda. Sufrió apendicitis, luego peritonitis y una infección renal.

“Lo único que pude ver fueron tubos colgando sobre mí. Mi cuerpo estaba roto y no podía hacer nada. En ese momento pensé lo peor,”, comentó el defensor a la revista FourFourTwo.

“Si hubiese muerto, una parte de mi dinero iría a mi madre. Nadie quería hablar de eso, pero teníamos que hacerlo. Podría haber muerto”, profundizó.

Afortunadamente, y como en la cancha, Virgil salió jugando para estar hoy en la cima del fútbol mundial.