Barcelona se juega mucha de sus cartas de una temporada con una nota positiva en la Copa del Rey pero para seguir con vida en la competición debe darle la vuelta en el partido de vuelta de las semifinales a Sevilla, que se impuso 2-0 en el Sánchez Pizjuán pero la historia debe definirse en el Camp Nou.
Para el cuadro blaugrana era indispensable marcar temprano para soñar con la remontada y lo logró por medio de Ousmane Dembélé, el eléctrico jugador que vive uno de sus mejores momentos desde su llegada a la institución, quien anotó el primer gol en el minuto 12 para animarse a soñar.
El francés recibió la pelota dentro del área que le cedió Lionel Messi pero fue anticipado por Jules Koundé, sin embargo no se rindió y la recuperó para a partir de ahí aprovechar cierta pasividad defensiva por parte de los andaluces que no fueron a presionarlo, dejándole todo el tiempo del mundo para su definición.
La definición de Dembélé no pudo ser mejor y con la pierna derecha le pegó al palo derecho del arco defendido por Tomas Vaclik, quien no tuvo capacidad para reaccionar y solo podía ver cómo se metía en el ángulo.
