Manchester City remontó y goleó al Liverpool en la Premier League. Este sábado, por la fecha 29, los dirigidos de Pep Guardiola tuvieron que remar de atrás: fueron golpeados por Mohamed Salah a los 17', pero respondieron con cuatro goles para un triunfo y tres importantes puntos.

La conquista más celebrada fue la Julián Álvarez, quien decretó el empate 1-1 y pavimentó el triunfo ciudadano. El campeón del mundo aprovechó la ausencia de Erling Haaland, lesionado, y se instaló entre los titulares del partido ante los Reds. Y respondió.

A los 26', el delantero recibió la asistencia de Jack Grealish desde el sector izquierdo y no tuvo problemas en poner la igualdad del partido. ¿La mejor reacción? La de Guardiola, quien no se aguantó y saltó a festejar frente a la hinchada del elenco de Manchester.

Incluso, vivió un particular momento: en medio de su celebración, se le cruzaron varios jugadores suplentes del Liverpool, a quienes les festejó en la cara. Pep no se achicó y les habló a cada uno, incluso pidiéndoles que le dieran la mano. Solo uno lo hizo.

En las gradas, la otra celebración destacada fue la de Haaland. El Androide no fue opción ante el Liverpool por una lesión y se vio obligado a presenciar el partido como un hincha más. Y celebró como aficionado: tras el gol, saltó como loco y casi botó a su papá, quien lo acompañaba en uno de los palcos.

El triunfo le dio otros tres puntos al City, que busca seguir cerca del Arsenal en la parte alta de la tabla de posiciones. Sin embargo, el líder de Inglaterra no cedió nada y también sumó de a tres al golear poco después al Leeds.