La inminente instauración de la Superliga de Europa tiene en ascuas al balompié del Viejo Continente, con los clubes poderosos reunidos para llevar a cabo a competencia en paralelo a la UEFA, que ya amenaza con duras sanciones a los equipos involucrados.

Uno de esos clubes es el Manchester City inglés de Josep Guardiola, quien precisamente hace algún tiempo se manifestó contrario a la creación de la polémica Superliga.

“Tengo la sensación que no podemos perder el significado de las ligas locales, lo que significa por ejemplo jugar la FA Cup, o lo que supone jugar las ligas. Lo que deberíamos perseguir, bajo mi punto de vista, es hacer cada una de las ligas de Europa más fuertes de lo que son ahora”, dijo Pep.

Agregó que “eso significa tener menos equipos, mejor Champhionship, mejor League One, League Two; mejor Premier League con menos equipos en cada competencia”.

Y sentenció que “hay que ir a la calidad en vez de cantidad. En vea de hacer una Superliga de Europa, hacer una increíble Súper Premier League. Para eso necesitamos menos equipos. Pero no puedes matar las divisiones inferiores ni la Premier League”.

Ahora Pep Guardiola está a un paso de donde no quería estar, ad portas de una Superliga con todos los pro y contras que el torneo prevé en el concierto europeo, y al mando técnico de uno de los clubes que integran la competencia.