Sinisa Mihajlovic dictó esta mañana una sorpresiva conferencia de prensa, por primera vez desde que reconoció que sufría de leucemia en julio pasado e inició el tratamiento para superar la enfermedad, incluido un trasplante de médula ósea.

"Han sido cuatro meses difíciles, pero conocí a médicos y enfermeras extraordinarios, que han sido maravillosos conmigo, que me han hecho el tratamiento, me han ayudado y me han soportado. Sin ellos no podría haber seguido este camino", dijo el técnico del Bologna.

Los jugadores del plantel aparecieron de sorpresa y acompañaron por varios minutos la conferencia de su entrenador. "Es poco decir que te extrañamos. Muchas gracias por volver", sentenció Blerim Dzemaili en representación del grupo.

 

Y Sinisa por momentos no pudo seguir, embargado por la emoción y masticando los sentimientos. "En estos meses lloré tanto que no tengo lágrimas. Me rompí las bolas de tanto llorar", reconoció.

"Estaba encerrado en una habitación del hospital, solo. Mi mayor deseo era salir a tomar aire y no podía hacerlo. Nunca me sentí un héroe. Soy un hombre con carácter, fuerte, que nunca se rinde, pero siempre un hombre con todas sus debilidades", reflexionó.

De todas formas, todavía resta por conocer cómo reacciona Mihajlovic a todo el tratamiento, por lo que está permanentemente monitoreado. "Tomo ocho pastillas al día, desde las 8 de la mañana a las 12 de la noche. Estuve dos días en la cancha y estoy cansado", confesó.

Mihajlovic espera que durante diciembre ya pueda acompañar a sus jugadores en los partidos de visita, ya que de momento solo puede realizar viajes cortos y no tiene permitido los vuelos aéreos. Pero lo más difícil pasó y Sinisa está de vuelta.