Este martes comenzó la liga de fútbol de Ucrania a sólo días de que se cumplan seis meses de combates contra los rusos invasores.

El anterior torneo ucraniano se había suspendido en febrero, pero nunca se logró reanudar tras tres meses de receso invernal debido a la guerra.

La mayoría de los equipos volverán a disputar el torneo, excepto dos por razones de guerra. El Mariupol, pues la ciudad fue tomada por tropas rusas y el Chernigov, una de las ciudades más castigadas por la invasión.

Andréi Pavelko, presidente de la Asociación Ucraniana de Fútbol (AUF), señaló: "Esta es una iniciativa única en la historia. Fútbol contra la guerra en condiciones de guerra. Fútbol por la paz".

Mientras Román Grigorchuk, técnico del Chernomorets de Odesa (mar Negro), indicó: "Gracias a Dios y al Ejército ucraniano que el fútbol en Ucrania se reanuda. Gracias al deporte podremos mostrar la fuerza de nuestra nación".

Los partidos de la liga ucraniana se jugarán bajo extremas medidas de seguridad, con contingente militar en los estadios y refugios antiaéreos aledaños a las canchas, en caso de un ataque militar.

Según los protocolos, los refugios no pueden estar a más de 500 metros del estadio, en tanto que los futbolistas deben conocer los códigos de seguridad en caso de alarma.

El guión que deben repetir los altavoces en caso de alarma aérea es: "¡Atención!¡Alarma aérea!¡Pedimos a todos que acudan al refugio!".

"El principal problema de los preparativos de la liga es la seguridad de sus participantes", dijo Pavelko, y añadió: "Celebrar torneos de fútbol durante la guerra no tiene que ver solo con el deporte. Se trata de demostrar el coraje de nuestra gente, su espíritu indomable y su deseo de victoria".

El torneo comenzó con un empate sin goles entre el Shakhtar Donetsk y el Metalist en Kiev, con sólo dos jugadores extranjeros en cancha. 

Además, el Veres Rivne derrotó por 1-0 al Chornomorets, el Zorya hizo lo propio ante el Vorskla por 2-1 y el Kolos Kovalivka triunfó sobre el Kryvbas por la cuenta mínima.