No estamos descubriendo la pólvora al decir que el perro es el mejor amigo del hombre o que nos acostumbramos tanto a nuestras mascotas que pasan a ser parte importante en nuestras vidas.
Y es precisamente lo que está experimentando el entrenador del Tottenham, José Mourinho, que confesó la muerte de su perra Leya en plena navidad.
Consultado respecto a cómo había sido su nochebuena, el portugués contó que “para ser honesto, fue muy triste porque murió mi perra y mi perra es mi familia”.
Fiel a su estilo, Mourinho terminó diciendo que “tenemos que mirar hacia adelante”.