La definición entre el Liverpool y Chelsea por la Supercopa de Europa queda en la historia, no sólo por el nuevo título conseguido por los Reds en la definición a penales. El nombre estelar fue Stephanie Frappart.

La árbitra francesa fue la primera réferi mujer en dirigir una final masculina de la UEFA y compartió méritos con sus asistentes Manuela Nicolosi (también gala) y Michelle O’Neal, de la República de Irlanda. Este mismo tridente de jueces dirigió la final de la Copa del Mundo Femenina de Francia 2019 entre Estados Unidos y Holanda.

En su accionar en el Vodafone Park de Estambul, Stephanie Frappart generó polémica por el penal cobrado en el tiempo extra que permitió el empate del Chelsea y anuló dos goles apoyada con el VAR.

La gran crítica fue no consultar al VAR en el último penal fallado por Tammy Abraham para el Chelsea, en el cual el meta Adrián se adelanta considerablemente.