Fines de 2012 y el adiestrador argentino Alejandro Sabella nominó al delantero del Wigam, Franco Di Santo, sí, el mismo que que dio sus primeros pasos en el profesionalismo en Audax Italiano, a la selección argentina.

Pasaron los años y el atacante pasó por varios clubes de Inglaterra y Alemania, hasta que la última temporada vistió la camiseta del Rayo Vallecano de España. El tema es que el equipo de Madrid perdió la categoría y el argentino no fue renovado para continuar, así que luego de un periplo de cerca de 10 años, agarró su maleta y volvió a su natal Mendoza, donde entrena en las instalaciones del Independiente de Rivadavia a la espera de un llamado para volver a jugar.

"Me encantaría volver a la Argentina, que me conozcan de la mejor forma. No con una edad que ya no pueda rendir como lo puedo hacer en este momento. Sería fabuloso jugar en un club grande de la Argentina, llámese Boca, River", le confesó el delantero al diario Los Andes de Mendoza.

Di Santo además recordó una anécdota con Messi y el Kun Agüero cuando vistió la camiseta trasandina. "Si es verdad. Estábamos en una gira con la Selección y yo me fui a la (habitación) de Kun (Agüero) a saludarlo, entro y me siento en una cama, me acomodo en una punta y empiezo a saltar sentado, y hablaba con el Kun. Él estaba solo. De repente, se abre la puerta e ingresa Messi. Imagínate mi cara. Pálido y paralizado. Se acomoda en su cama y era en la que estaba yo sentado. No sabía que decir. Me paré, me toca los hombros, y me dice: ‘tranquilo, todo bien. Quédate, no hay drama’. Yo miraba para todos lados no sabía que decir ni hacer. Y a los minutos, me pregunta. ‘¿Vos jugabas en Tiro Suizo?’, sí, le dije. Y de repente, le dice al Kun: ‘viste es él. Vos jugabas con mi primo’. Increíble que Messi se acordara de mí, pero se acordó (risas).  Un fenómeno. Es increíble escuchar o leer ciertas críticas. Lo que genera a su alrededor es impresionante. No se puede explicar.