Un año y medio después, los estadios de Sudamérica empezaron a contar con público en sus gradas nuevamente en el partido entre Santa Fe y Atlético Nacional en el Campín de Bogotá. La visita ganó 1-0 en un compromiso en el que el resultado pasó a segundo plano por la violencia que se desató.

Todo comenzó cuando algunos de los barristas visitantes quisieron pasar a la llamada grada familiar y ahí inició la invasión de ambas parcialidades al terreno de juego donde inició una lamentable batalla campal que dejó imágenes realmente tristes en un día que debió ser distinto por la ansiada vuelta de los aficionados.

Uno de los espisodios más tristes de la noche en la capital colombiana fue cuando se pudo ver un grupo de barristas de los verdolagas pateando en el suelo a un aficionado de los cardenales, incluso en el cráneo. Según informaron las autoridades está fuera de peligro y así lo dio a conocer la alcaldesa Claudia López.

Tras este paso en falso de las vuelta al público en Colombia, se suspendió la presencia de aficionados por los próximos compromisos. Sin duda una noche bastante triste en el fútbol de Sudamérica.

Entre tanto, las investigaciones en Colombia avanzan para determinar la culpabilidad de quienes propiciaron estos actos y quienes ejecutaron los episodios más violentos de este enfrentamiento entre los barristas de Santa Fe y Atlético Nacional, que a pesar de todo eso, fue un partido que se reanudó.