El pasado jueves, tras el empate 1-1 de Udinese ante Napoli, el equipo que infla el pecho con el paso de Diego Maradona en su aventura en Italia, se consagró campeón tras 33 años de espera, en una fiesta que fue seguida por todo el mundo.
Siempre donde hay celebraciones se puede encontrar un chileno. Así fue como René Arriagada, en conversación con Redgol, cuenta su experiencia en unos festejos inolvidables que paralizaron la ciudad al gritar campeón, en uno de los momentos imborrables de sus vacaciones junto a su pareja.
“Tenía certeza de que Napoli podía salir campeón, pero no tenía certeza de que iba a pasar ese fin de semana. Cuando estábamos acá nos enteramos que ante Salernitana, que intenté comprar entradas pero fue imposible, podía ser campeón. Ese partido la ciudad entera estaba paralizada, pero no se pudo. Quedamos medio helados, toda la ciudad estaba embanderada. Hace dos semanas la cosa se puso más de fiesta, había más seguridad, desde el público normal, hasta las tiendas privadas, estaban con banderas”, comenzó relatando desde el sur de Italia.
Una fanaticada que de inmediato lo impregnó con su amor a Diego Maradona, que lo reflejan en cada momento o en cada rincón que pueden de la ciudad.
“Maradoniano total, creo que son más admiradores de Diego Maradona que los mismos argentinos. Tiene una devoción por Maradona que supera, por ejemplo, lo de Boca Juniors, que tiene a Román primero. Vi tambiénstickers de Universidad de Chile por toda la ciudad, en una zona con más murales de Maradona”, comentó el hincha del Bulla.
El día del título
“Estaba todo repleto, era como una ciudad barra brava completa, cortaban las calles y todo. Reservamos en un bar para el jueves. Lamentablemente para nosotros que volvimos de la islaIsquia en barco, nos cancelaron cuando íbamos a volver. Regresamos muy tarde, a las 21.30 horas, justo para el segundo tiempo al bar, donde la reserva ya no existía”, detalló Arriagada.
Pese a no tener su lugar asegurado frente al televisor, las ganas de poder vivir la fiesta siempre estuvo en la pareja, que ya sentían parte de poder gritar campeón después de tantos años.
“Lo vimos con la gente, yo entré a pedir unos tragos. Cuando estoy pidiendo en la barra, andaba con mi camiseta de Victor Osimhen, que es el goleador. Me pedí un trago con su nombre, que era con curazao, Osimhen Sprit, me lo estoy sirviendo y viene el gol del campeonato”, precisó, en el momento exacto en queexplotó todo el bar.
“Nos quedamos en una plaza, en el Barrio Universita, con muchos fuegos artificiales, casi se me reventó la oreja porque me tiraron un cuetazo al lado. Me preocupé por Natalia porque en un momento quedamos separados, porque se sentían como bombas y quedaba la escoba”, detalló.
En ese sentido, asegura que siempre tuvo la inquietud de conocer mucho más a sus hinchas y la pasión que refleja el seguidor del Napoli, a quienes dicen que son del estilo sudamericano de vivir el fútbol.
“Recorrimos harto, volvimos a la casa. Quedé con ganas de seguir festejando y salí. Me terminé haciendo amigos de unos barras del Napoli, me regalaron una bandera gigante y terminé en un bar conversando con un chico que conocía de fútbol sudamericano, que sabía de Salas yZamorano. Pero nunca he visto una ciudad tan Maradoniana, dicen que es la ciudad más sudamericana de Europa, tiene cosas de Valpo, guardando las proporciones, y es increíble. Me había imaginadoalgo así y lo comprobé. Me encantó coincidir con esta fiesta, 33 años para mi es solo comparable con la U del 94 en Chile y Racing después de 35 años”, finalizó.