Desde el 2015 que Concacaf instauró la celebración del Día Internacional del Fútbol Femenino. La idea de la confederación norteamericana era visibilizar la igualdad de género en el deporte y brindarle más oportunidades a niñas y mujeres en la disciplina.

Hace ya ocho años que se festeja este día, luego de que FIFA y el resto de confederaciones a nivel mundial se tomaran de la misma fecha para celebrar a las mujeres y crear conciencia respecto a la influencia que tienen las futbolistas en sus países y también en el mundo.

La igualdad de género y la profesionalización sigue siendo una de las principales demandas del fútbol femenino. Las mujeres exigen mayor visibilización, recibir sueldos y mejorar sus condiciones; esto, respecto a los hombres, disciplina en que no es duda si firmar o no contrato o si jugar en estadio o cancha lateral.

En el caso del fútbol chileno, las mejoras son una realidad, pero aún no son suficientes. Actualmente, alrededor de 160 futbolistas tienen contrato de trabajo en los 14 clubes de Primera División. Pese a la ley de profesionalización, el universo de jugadoras contratadas aún es menor al 50% exigido el primer año.

Las bases del Campeonato Femenino SQM 2023 incluyen ítems relativos a la contratación de las futbolistas, a sus condiciones laborales en caso de embarazo y a la cantidad de firmas que debe presentar cada plantel esta temporada. Se suma al 75% que deben tener en 2024 y 100% desde 2025.

El fútbol femenino nacional aún está a la espera de lo que ocurrirá con el torneo de Ascenso. El certamen aún no tiene fecha tentativa de inicio y las jugadoras de más de 20 clubes están a la espera de saber cuándo volverán a la competencia. De momento, aguardan por novedades sobre su futuro laboral.