Alexandra Benado está a solo horas de asumir como nueva ministra del Deporte. El próximo viernes 11 de marzo se producirá el cambio de mando y, luego del mediodía, se espera que la exfutbolista haya jurado como la nueva mandamás de la cartera tras concretar la salida de Cecilia Pérez del cargo.

En el marco del Día Internacional de la Mujer, y justo antes de convertirse en la nueva representante del Ministerio del Deporte, Benado habló en exclusiva con RedGol y se refirió a los próximos desafíos del país de cara a los próximos cuatro años en materia deportiva. Santiago 2023, fútbol femenino, el desarrollo deportivo en las infancias y la implementación de un gobierno feminista en esta cartera, entre otros temas.

— El gobierno saliente trabajó en pos de que Santiago 2023 se convierta en un legado para Chile en materia de actividad física y vida sana. ¿De qué forma esperan traspasar la herencia de la competencia a la vida de los chilenos?

— Los Juegos de Santiago 2023 no son atribuibles a un gobierno en particular, sino que se trata del evento deportivo más relevante que ha tenido Chile en su historia y, por lo tanto, debe entenderse como una responsabilidad y un desafío de Estado. Hay una cantidad importante de tareas pendientes que se deben ejecutar y una de ellas es la construcción de un legado. Lo natural es considerar como legado los nuevos centros de entrenamientos y grandes obras a disposición de los deportistas de alto rendimiento.

Pero creo que, además de lo tangible, debe proyectarse un legado intangible: cómo demostramos al mundo que somos capaces de organizar eventos de gran envergadura acumulando las expertises para ello; cómo las nuevas obras contribuyen a reducir las brechas de acceso a infraestructura deportiva de calidad en las comunidades más vulnerables, cómo las personas que practican deporte o actividad física por ocio sienten suyos estos nuevos espacios, cómo logramos mejores resultados en el alto rendimiento. O cómo este mega evento permite consolidar una cultura del deporte.

Allí hay una tarea que debemos trabajar este año no sólo desde Deporte, sino que también desde los ámbitos de la Educación, Salud, Desarrollo Social y Familia, Cultura y otras áreas del Estado.

 

— ¿De qué manera esperan atacar el sedentarismo y la obesidad en niños, niñas y jóvenes? ¿Qué diagnóstico tienen al respecto?

— Los problemas de sedentarismo y obesidad son multifactoriales, y tienen que ver con temas deportivos, pero también con aspectos sociales, económicos y de salud. El objetivo no es sólo fomentar el deporte de niños, niñas y jóvenes mirando las estadísticas de obesidad, sino que desde la integralidad, considerando aspectos de salud mental, de desarrollo motriz, de cantidad de horas de trabajo diarias de las madres y los padres, de accesibilidad a infraestructura deportiva o condiciones de seguridad en el entorno.

Creo que la mirada debe ampliarse, porque está demostrado que cuando las políticas públicas se enfocan sólo en obesidad, se genera un efecto perverso que provoca exclusión y discriminación. En el Chile de hoy debemos promover el deporte como un instrumento destinado a mejorar la calidad de vida de las personas de manera integral.

 

— ¿Es necesario aumentar las horas de Educación Física en la educación? ¿Puede extenderse a los estudios superiores?

— Como profesora de Educación Física, creo que es absolutamente necesario incrementar las horas de actividad física. No solo en los establecimientos educacionales, sino que también en jardines infantiles, con las primeras infancias. Vamos a tener las conversaciones necesarias con el Ministro de Educación ya que es un eje importante de nuestra gestión. En la Educación Superior hay un desarrollo importante respecto al deporte, ojalá se pueda seguir potenciando, para que nuestras y nuestros deportistas sigan sus ciclos con facilidad en esa etapa.

Como país tenemos que ser capaces de entregar una oferta deportiva amplia para todos nuestros potenciales deportistas. En Chile hay deportistas con potencial y no se pueden perder porque no existe el acceso a infraestructura o profesores capacitados en diversas disciplinas, que vayan más allá del fútbol.

 

— Algunos países desarrollan la actividad física a través de deportes como la natación, la gimnasia y el atletismo. ¿Estaría de acuerdo con incluir nuevas disciplinas de manera obligatoria en el currículum educativo?

— Ojalá podamos incorporar más disciplinas deportivas a nivel escolar. Sin embargo, hay establecimientos o comunas que no cuentan con la infraestructura, ni los recursos necesarios. Por esta razón, es fundamental gestionar acuerdos con recintos deportivos públicos y privados que permitan dar acceso a la mayor cantidad de disciplinas a niñas, niños y adolescentes.

Por otro lado, está la construcción de diferente infraestructura deportiva de primer nivel, pero que no cubre toda la demanda del país, y es un tema que iremos analizando por región, por provincia y por comuna.

 

— ¿De qué manera se puede evitar la discriminación sexista en materia deportiva, que encontramos desde la educación primaria?

— Hay temas culturales que dificultan el acceso de las mujeres al deporte. La encuesta nacional de salud revela que el 90% de las mujeres son sedentarias y ese porcentaje es el mismo de hace 13 años. No ha cambiado nada y eso es muy preocupante. Los problemas no sólo se visualizan en la educación primaria o secundaria, sino que también en la adultez.

Desde nuestra cultura sigue siendo común que un hombre realice una actividad deportiva fuera de su horario de trabajo, pero en el caso de las mujeres, se entiende que debe regresar a su casa para cuidar a sus hijas o hijos. Debemos cambiar esas lógicas y entregar condiciones materiales para que las mujeres tengan espacios para la práctica deportiva.

 

— Uno de los puntales del gobierno del Presidente Gabriel Boric es que este sea un gobierno feminista. Para efectos prácticos, ¿cómo piensan traducir esto en el ministerio del deporte?

—  El nuevo gobierno será feminista y así lo ha señalado el Presidente Boric. ¿En qué se reflejará? Por ejemplo, en que las medidas destinadas a enfrentar situaciones que menoscaban la dignidad de las mujeres, deben ser efectivas. Hace un rato se aprobó un protocolo contra el abuso y acoso sexual, maltrato y discriminación en el deporte.

Ese protocolo está vigente desde septiembre de 2020, es un avance importante porque obliga a las organizaciones deportivas a una serie de acciones preventivas, de respuesta y sanción de los casos. Pero, ¿cuál ha sido el seguimiento?, ¿cuántos casos se han denunciado?, ¿cuántas organizaciones lo han incorporado y aplicado? Si no hay un seguimiento adecuado, si no se verifica el cumplimiento del protocolo, la utilidad práctica se reduce considerablemente.

No vamos a partir de cero, vamos a recoger los esfuerzos de los últimos años de muchas mujeres y adoptaremos las medidas para fortalecerlos y avanzar aún más.

— Desde Melbourne 1956 que Chile no tiene medallistas olímpicas mujeres, y Marlene Ahrens es la única que lo ha conseguido. ¿Cuál será la fórmula que utilizarán como Ministerio del Deporte para fomentar que más mujeres puedan lograrlo en París 2024?

— Creo que se comete un error, porque Francisca Mardones, Mariana Zúñiga, Katherine Wollermann fueron medallistas en los paralímpicos de Tokio 2020, y sus preseas tienen el mismo valor que la medalla de Marlene Ahrens en Melbourne o Massú en Atenas.

Trabajaremos estrechamente con el Comité Olímpico y el Team Chile para adoptar todas las medidas que estén a nuestro alcance para que nuestras deportistas tengan una buena preparación de cara a los Panamericanos y Parapanamericanos de Santiago 2023 y París 2024.

 

— ¿Cree que durante los próximos 4 años se alcanzará la profesionalización plena del fútbol femenino? Si bien existe esta ley que está cerca de ser votada en el Senado, hay clubes que ya están barajando fórmulas para evadir la firma de contratos y no tener que incurrir en este aumento de la inversión en las mujeres. ¿Cómo buscan evitar que esto pase? ¿Cómo apoyar a los clubes para que no dejen fuera a sus ramas femeninas?

— El proyecto de ley de profesionalización del fútbol femenino debe ser una realidad. No puede ser que solo el 4% del total de  las jugadoras tenga contrato con sus equipos 

Según el estudio Radiografía del Fútbol Femenino en Chile de Anjuff y la Universidad de Chile, solamente un 4,4% de las jugadoras de fútbol del país tiene un contrato laboral con el club al que pertenece, un 16,3% tiene un acuerdo escrito y el 11,7% posee un acuerdo verbal. El 83% no recibe remuneración alguna, mientras que un 8,5% recibe entre $100 mil a $499 mil pesos y un 5,8% recibe menos de $100 mil pesos.

Nuestro equipo ha seguido el debate del proyecto, el cual debería votarse en las próximas semanas y estaremos disponibles a hacer todas las modificaciones -en caso de ser necesario- para que este tipo de situaciones que usted pregunta no ocurran. 

No es posible que contemos con futbolistas como Tiane Endler, la mejor del mundo en su puesto, pero en la vereda contraria hay quienes no tienen acceso a seguro de salud, ni a un sueldo por una actividad que debe ser profesional.