Marcelo Espina protagonizó una de las grandes polémicas de comienzos de siglo en Colo Colo, cuando Ricardo Dabrowski fue cesado como entrenador y entre gallos y medianoche, el actual gerente deportivo albo se hizo cargo del equipo en 2005.
La sindicatura tomó la decisión de cesar al Polaco en plena pretemporada y aunque había hecho un correcto 2004 con un plantel muy disminuido, en el que surgía Matías Fernández y donde se hizo célebre Adrián Carucha Fernández.
Dabrowski quedó con un mal sabor de boca tras su salida. Y en conversación con Después te Explico por Redgol, criticó duramente a Espina, a quien culpa de una “traición” por la movida. “Una persona que actúa de esa manera no existe”, sentenció.
“Conozco gente de la prensa con la que tengo una excelente relación, nunca me atrevería yo a pedirles algo para que digan o dañen a alguien. Hay gente que sí, gente que como dicen tiene santos en la corte y los hechos hablan por sí solos”, explicó el ex delantero.
$bp(“Brid_06314466”, {“id”:”6121″,”width”:”10%”,”height”:”270″,”video”:”683333″});
“Cuando llegué la primera vez, el padre de él (Marcelino Espina) estaba trabajando en cadetes y yo pedí que no lo echaran, porque lo querían echar por alguna sospecha. Hablé con el padre, hice que se quedara”, recordó el argentino.
“Y con él (Marcelo Espina) incluso tuvimos una actitud de cuidarlo, porque era su última etapa como jugador. Y si después de eso una persona actúa de la manera que él actuó, qué quieres que te diga… no hay manera de definir una traición de la manera que se dio, inexplicable”, bramó el campeón de América.
La decisión de los síndicos puso a Espina al mando del plantel, y se produjo una rebelión liderada por Miguel Ramírez, quien era el capitán y rechazó públicamente la forma en que se había cambiado al entrenador.
“Uno puede tener una mala actitud con alguien y a la vez ese alguien pudo actuar mal con uno. Pero cuando ese alguien ayudó a tu padre y había una relación fantástica incluso a nivel de familia, y comete la traición que comete, es una cosa que no tiene calificativo”, lamentó.
Dabrowski recuerda que “se provocó un daño grande. Me generó muchos inconvenientes. Incluso mi señora pasó por un evento que significó una operación de cuidado, porque somatizó el mal trago que produjo esa situación”.
Finalmente se da una tregua. “Fue duro. Por eso lo quiero dejar en el pasado, porque ya lo que tenía que decir lo dije, pero siempre vuelve a la palestra porque mucha gente no entiende por qué (Espina) pudo actuar de la manera que actuó. Eso es lo que no se comprende”, completó.