Las finales siempre son calientes, y si hay aderezos políticos, aún más. Eso fue lo que pasó en la lucha por el título de la extinta Copa Intercontinental de 1991, que enfrentó a Colo Colo y Estrella Roja, como monarcas de la Libertadores y Champions, respectivamente.

¿Dónde estaba metida la política? En la banca, porque el Cacique contaba con el DT croata Mirko Jozic, quien pensaba totalmente distinto al serbio Vladimir Popovic, por entonces ambos yugoslavos, y con la Guerra de los Balcanes en su punto más álgido.

Antes del partido hubo muchos problemas, según cuenta el ex delantero albo Leonel Herrera Silva, quien en contacto con RedGol reveló una historia perdida de aquella derrota chilena por 3-0 en Tokio.

“Fue una pena, porque también teníamos mucha confianza, mucha fe, viajamos con hartos días de anticipación a Tokio, para poder adaptarnos, para tomarle el peso a los que realmente significaba jugar una final Intercontinental”, dijo en primera instancia el hijo de Leonel Herrera.

Pero luego agregó que: “hubo algunos problemitas extrafutbolísticos, que poco se conocieron. También hubo roces tanto con los jugadores de Estrella Roja como con el cuerpo técnico, en el túnel de acceso a la cancha y en camarines. Hubo bastante tensión en ese partido, y creo que los primeros dos goles de ellos los sentimos mucho y nos costó volver al partido, pero la esperanza y la fe de hacer un buen partido siempre la tuvimos, pero nos encontramos con un equipo más inteligente que nosotros”.

Mendoza

Mendoza en la final de la Intercontinental – @tphoto2005

La pelea entre los técnicos

Leonel Herrera profundizó en su relato, señalando que Jozic y Popovic se enfrentaron, acaloradamente, lo que también se traspasó a los jugadores a minutos de iniciar el cotejo en Japón.

“Estaba en pleno apogeo el conflicto entre los croatas y los serbios, Mirko tenía diferencia con el entrenador de ellos, tuvieron un intercambio de palabras bastante fuerte. Luego un jugador de ellos nos empezó a provocar en el túnel, me acuerdo que Raúl Ormeño reaccionó y le tiró un zapatazo que le provocó un corte al otro tipo… Raúl no tenía miramientos, el otro medía como cuatro metros y no le importó, fue al frente, fue un ambiente tenso”, contó.

Por último, el ex puntero matizó con que “sin embargo, fue una experiencia maravillosa, tener la oportunidad de estar ahí y ser parte de un plantel que jugaba la Intercontinental, en Tokio, además con una expectativa muy grande, abrirte al mundo, ver otras posibilidades, fue una experiencia muy linda, nada más que no pudimos venir con la copa de vuelta”.

Estrella Roja ganó con claridad y dejó a Colo Colo con las ganas de sumar una nueva alegría internacional.