Si hay un cabeceador por excelencia en la historia del fútbol chileno (y mundial), ese es Iván Zamorano. El ídolo e histórico capitán de la selección nacional se hacía demasiado fuerte por el aire y, por lo mismo, es voz autorizada para analizar los goles convertidos por esa vía. 

Por lo mismo, DaleAlbo lo contactó a propósito del primer tanto en el profesionalismo del joven Luciano Arriagada, quien se estrenó como artillero dándole el agónico empate a Colo Colo ante Coquimbo Unido en el debut de Gustavo Quinteros como entrenador del Cacique.

El partido en el Francisco Sánchez Rumoroso ya se iba cuando Gabriel Costa, quien había hecho el primero de los albos, ejecutó un tiro libre hacia el área en la última pelota del partido. Ahí, el joven Arriagada se elevó de espalda al arco, giró la cabeza y la clavó junto al lado inferior del poste derecho de la portería defendida por Matías Cano

Y para Bam Bam, el tanto tiene mucho mérito técnico. “Para mi es un gol con mucha dificultad porque tiene el arco de espalda, entonces para un delantero tener el arco de espalda, darle velocidad y darle dirección a esa pelota, es muy complicado”, reveló el Olímpico al mencionado sitio. 

“Es fundamental el gesto técnico que hace al pegarle la pelota porque sabe perfectamente donde está ubicado y, como prácticamente está en el área grande, había que darle mucha velocidad, entonces el giro que hace con la cabeza, desde el punto de vista, técnico es perfecto, porque no salta mucho, hace un pequeño salto no más”, profundizó. 

Asimismo, recalcó que “lo valioso no es el salto, sino la velocidad que imprime la pelota y la ubicación, porque donde se mete y con la velocidad… Yo creo que es un gol muy interesante”. 

Luciano Arriagada marcó su primer gol en el profesionalismo para salvar un empate en la agonía en el debut de Gustavo Quinteros. | Foto: Agencia Uno

Luciano Arriagada marcó su primer gol en el profesionalismo para salvar un empate en la agonía en el debut de Gustavo Quinteros. | Foto: Agencia Uno

Finamente, Zamorano dijo que “si ves, él salta con un hombre a un metro y con la dificultad de querer anticipar esa pelota, entonces era muy difícil imprimirle la velocidad y la precisión. El gesto es perfecto, la pelota se aleja y es un muy buen gol”. 


 

Luciano Arriagada, de 18 años, está desde los 9 en el estadio Monumental y fue subido la primer equipo cuando tenía 15 por Pablo Guede, quien lo llevó a la pretemporada de Colo Colo en La Serena. Luego volvió a su serie y Mario Salas lo volvió a convocar, teniendo sus primeros minutos oficiales en Primera ante Cobresal en El Salvador en febrero. Esta es su segunda aparición en el Campeonato Nacional y no lo olvidará más.