Las relaciones entre los hinchas de O’Higgins y Curicó Unido hace rato que están cortadas. En Rancagua no olvidan algunas bromas de pésimo gusto que han protagonizado sus pares maulinos y cada choque entre ambos equipos es escenario para nuevos enfrentamientos entre celestes y albirrojos.
Es la consecuencia de una rivalidad que evidentemente supera lo deportivo. De hecho, mientras ambos conjuntos igualaban 0-0 en estadio El Teniente este sábado, en el inicio de la vigesimoprimera fecha del Campeonato Nacional, había fanáticos que estaban absolutamente en otra, en una guerra de pullas con los adversarios.
Carabineros tuvo que controlar un desborde en el entretiempo, cuando los visitantes comenzaron botar las rejas que separaban su sector del resto del estadio, en una práctica que se está haciendo malamente costrumbre en la Ciudad Histórica, donde se registraron incidentes con Universidad de Chile y Colo Colo durante el último año.
Pero un hincha curicano fue más allá. Aunque los termómetros no superaban los 10°C, el joven decidió jugar todas sus cartas, se bajó parte de los pantalones y enseñó sin pudor los genitales al público local, imagen que se viralizó rápidamente en redes sociales y dio cuenta de un frío escenario con nubes dispersas y mínimas precipitaciones.
Las respuestas no se hicieron esperar, la mayoría en reproche a la ordinariez del hincha del cuadro albirrojoy otras enrostrándole el tamaño de la frutera al soez forofo, seguramente víctima de la baja temperatura. Lo cierto es que la relación entre O’Higgins y Curicó Unido sumó un nuevo capítulo a su creciente rivalidad.
En la cancha, el frío también hizo estragos. El local sufrió la expulsión de Matías Donoso y jugó un tiempo con un hombre menos, pero la desventaja no le sirvió a Curicó Unido para alcanzar su primera victoria en Rancagua. Al igual que el hincha, la visita mostró poco y en definitiva perdió la oportunidad de acercarse a Colo Colo, sólido líder .
Fotografía de FotoFútbol Rancagua