Se jugaba el minuto 66 del duelo entre La Calera e Iquique, en la reanudación del Torneo Nacional, cuando el partido debió suspenderse: un grupo de barristas de Colo Colo generaron disturbios en la puerta del Estadio Municipal de La Florida.

Al mismo instante, comenzaron a lanzar piedras hacia el interior del recinto deportivo para posteriormente evadir las rejas de la calle e ingresar a la galería norte, donde se ubicaba un grupo de canteranos de Audax Italiano.

Incluso, algunos manifestantes lanzaron botes de basura al campo de juego y se metieron a la cancha. A esas alturas los jugadores habían abandonado el gramado mientras el presidente del Sifup, Gamadiel García, hablaba con las autoridades y organizadores.

Los jugadores volvieron a la cancha, pero se reunieron con la ANFP y el Sifup para establecer si el partido debía suspenderse o no. En el estadio también estaba presente el presidente de Quilín, Sebastián Moreno.

Tras la reunión, Moreno confirmó que el duelo no se terminaría de jugar.