No hay dudas en que Marco Antonio Figueroa tiene más prestigio en México que en Chile. Es el goleador histórico del Morelia y el quinto jugador con más partidos en el equipo monarca, lo que le dio cartel de histórico en la década de los 90.

Sin embargo, una extraña situación provocó su expulsión del país azteca, justo cuando alcanzaba el techo de su carrera en el América. El técnico de las Águilas le "cortó las piernas" porque le recordaba el Mundial de 1962.

 

El cuadro azulcrema fue dirigido hasta 1991 por el serbio Dragoslav Sekuralac, que jugó esa Copa del Mundo por Yugoslavia y perdió el tercer lugar en definición con la selección chilena debido a un gol agónico de Eladio Rojas.

De ahí la anécdota de Fantasma. "Un día decidí encararlo y me echó a mí la culpa del Mundial del 62... ¡yo nací en el 62! Me dijo que por culpa de los chilenos no ganaron el tercer lugar, que le habíamos robado", aseguró MAF en conversación con ESPN.

"Nosotros quedamos terceros en esa Copa del Mundo y justamente vencimos a Yugoslavia. Todo se me venía encima y yo no idea tenía", recordó entre risas el técnico que tuvo que regresar a Chile y específicamente, a Cobreloa, donde fue goleador.

"Tenía dos años de contrato (en América) y al salir del club me transfirieron a Chile. Por contrato, pues ahí había una cláusula, me prohibieron regresar a México hasta que pasaran dos años. Fue injusta la forma en que me sacaron", reveló MAF.

De todas formas, la movida fue provechosa. Figueroa volvió a jugar en Chile, específicamente en Cobreloa, donde fue campeón y goleador antes de regresar nuevamente al Morelia, donde se consagró como ídolo del equipo michoacano.