En el Siglo XX el deporte se convirtió en una práctica másiva a lo largo de todo el mundo, bajo una completa organización que hoy cautiva a cultores e hinchas en todo el planeta.
De esta manera, la práctica deportiva se convirtió en un derecho humano cautelado por Naciones Unidas y destacado por su aporte a la educación y la salud.
Sin embargo, las legislaciones locales se han tardado en reconocerlo. Desde 1975 en Grecia, distintos países han consagrado la obligación del Estado en el fomento y desarrollo del deporte en sus respectivas constituciones, como un derecho de la población.
Países como Brasil, Portugal, Venezuela, Ecuador y Cuba, todos con una alta cultura deportiva, tienen la palabra deporte en su carta fundamental, y México fue la más reciente en agregarlo, en 2011.
“Toda persona tiene derecho a la cultura física y a la práctica del deporte. Corresponde al Estado su promoción, fomento y estímulo conforme a las leyes en la materia”, indica.
En Chile, la palabra deporte no aparece en la Constitución de 1980 y aunque luego hubo interés en agregarla, la iniciativa se quedó en trámite en el Congreso.
Los diputados tuvieron la intención de incorporarlay la Comisión Especial de Deportes despachó un informe sobre el proyecto de ley en 2011, pero no avanzó.
La idea era incluir una frase en el artículo 19, que habla del rol del Estado en el fomento de la educación, investigación, el arte y la cultura. Y luego poner el deporte:
“De la misma forma, se garantizará el fomento y estímulo del deporte y la recreación, como elementos esenciales para la formación integral de la persona”, dice el proyecto.
La discusión de una nueva Constitución para Chile dará la oportunidad de evaluar nuevamente la integración del deporte a la carta fundamental, un derecho que ha ganado cancha en todo el mundo.