La escena quedó marcada con rojo el fin de semana pasado. Nicolás Maturana salió de la cancha de Calama y se dirigió al banco de Ñublense, para quejarse amargamente del trato discriminatorio recibido por parte de sus colegas de profesión.

"Yo soy de Sename, pero esa hueá no se hace. Enséñales a los hueones. Yo jamás le he dicho algo así a un niño", sentenció el delantero de Cobreloa, que pasó su infancia en un centro del Servicio Nacional de Menores.

La acusación llegó rápidamente a oídos del Sindicato de Fútbolistas Profesionales. "Le envié un mensaje a Nico, pero todavía no me ha respondido", reconoce el secretario del Sifup, Luis Marín, en diálogo con Redgol.

Pero al margen de los pormenores, el representante gremial advierte que es necesario darle curso a una planificación especial orientada a terminar con este tipo de episodios en el fútbol chileno, y que ya está en manos de la ANFP.

"Hay un plan de trabajo de la ANFP contra la discriminación. Nosotros hicimos la propuesta y esperamos que se tome en cuenta lo antes posible, para comenzar con charlas específicas con el fútbol profesional, de jóvenes y femenino", explica Marín.

Marín reconoce estas situaciones. "Cuántas veces las calenturas dentro de una cancha terminan en cosas más complicadas y se pueden trabajar, más allá de que una reacción errónea pueda terminar en una disculpa", insiste el ex arquero mundialista.

"La calentura y la provocación es parte de distintos ámbitos del fútbol. Cuando jugaba con público había insusltos de todos lados. Obviamente uno no quiere que esto pase entre compañeros", reflexiona el representante del Sifup.

Lo cierto es que, al no existir denuncia de parte del árbitro Héctor Jona, este tema quedará en nada. La expectativa está en que efectivamente el fútbol chileno tome cartas en el asunto y se ponga al día con los mínimos de la sociedad actual.