Este sábado hizo arriba a Barcelona el equipo comandado por Quique Setién luego de la histórica goleada que le propinó el Bayern Munich en Lisboa en partido válido por los cuartos de final de la Champions League.

No hubo algarabía, ni aplausos como fue el caso del Atalanta a su llegada a Bergamo, apenas un par de fanáticos con duros carteles recibieron al Barça un día después de la peor derrota internacional de su historia.

Carteles como"‘Directiva y jugadores la vergüenza de 121 años de historia", "Menos lujo y mas orgullo" y "jugadores mercenarios", fueron la tónica de un frío mediodía para el Barcelona.

El bus que trasladó al plantel desde el aeropuerto hasta la Ciudad Deportiva fue fuertemente escoltado por la policía y la cara de los integrantes del equipo eran dignas de un funeral, y no era para menos luego de la debacle de Lisboa.

 

Según reporta Mundo Deportivo "sólo un aficionado se acercó a la entrada para increpar a los futbolistas".

El resto de fanáticos (unos 15) se apostaron en la puerta para esperar la salida de los jugadores en sus autos, sin embargo, la mayoría se retiró por una salida trasera con la intención de no toparse con nadie.