La jugada dio la vuelta al mundo: el arquero chileno Claudio Bravo a los 80 minutos de partido, derribó al jugador del Atalanta Josip Ilicic y esto le costó la expulsión puesto que el juez entendió que no había nadie más entre el balón y el arco del Manchester City.
Uno que defendió a muerte al guardapalos nacional, fue el ex entrenador de Alexis Sánchez en Arsenal, el francés Arsene Wenger, hoy comentarista de Bein Sports.
Según el galo “el jugador de Atalanta debería haber recibido una tarjeta amarilla. No era una tarjeta roja”.
Claudio Bravo se convirtió en el primer arquero expulsado luego de ingresar desde la banca en la historia de la Champions League.