Terence Atmane (69°) estaba viviendo un sueño en el circuito. Tras su sorprendente semifinal en el Masters 1000 de Cincinnati, se preparaba para el US Open con la misma energía y curiosidad que muestra coleccionando cartas de Pokémon. 

Sin embargo, un inesperado problema inesperado lo obligó a bajarse del torneo, frenando en seco su ascenso meteórico en el circuito.

Ascenso fulminante en Cincinnati

El joven francés, clasificado como 136° del ranking ATP, irrumpió con fuerza en Cincinnati, derrotando a figuras del top 10 como Taylor Fritz y Holger Rune.

Su gran rendimiento le permitió alcanzar su primera semifinal de un Masters 1000 y escalar 67 posiciones, llegando a un histórico N°69 del mundo.

Terence Atmane en el Masters 1000 de Cincinnati (Getty Images).

El detalle que lo hace único: IQ de 158 y fanático de Pokémon

Atmane no solo destaca por su tenis. Su IQ de 158 lo sitúa apenas a dos puntos del “estándar Einstein” y su pasión por Pokémon es conocida en el circuito. 

En Cincinnati, sorprendió a Sinner con una carta de Pikachu, mostrando su lado más coleccionista. 

La combinación de inteligencia y personalidad lo convirtió en uno de los jóvenes más carismáticos del circuito.

Una lesión que frena su gran momento

El entusiasmo por debutar en el US Open se vio truncado por una lesión en el pie. Tras una resonancia magnética, Atmane anunció que no podría competir.

El joven tenista sufrió un desgarro parcial de los ligamentos del primer dedo y un daño en la cabeza medial del flexor hallucis brevis. 

“No podré jugar el US Open (…) es una decisión dura, pero la más inteligente para prepararme para Asia”, dijo.

Los próximos objetivos del Terence Atmane

A pesar del golpe, el joven talento ya mira hacia adelante. Su equipo apunta a eventos en Asia, como el torneo de Chengdu, con la esperanza de que su momento de consolidación aún está por llegar. 

Mientras tanto, el mundo del tenis sigue atento a la combinación de talento, inteligencia y personalidad única que lo caracteriza.