Nicolás Jarry está más tranquilo, porque ya conoce su castigo por doping, y estará 11 meses alejado de las canchas.
El tenista chileno fue apoyado por gran parte de sus colegas cuando se supo su suspensión provisoria, entre ellos Rafael Nadal, situación que puso feliz al nacional.
“No sabes cuánto me ayudó, fue una alegría enorme, un alivio todo el apoyo que he recibido por todo el mundo, además de mis compañeros. Fueron momentos muy difíciles, hacer trampa es algo que yo nunca haría, trato siempre de hacer fair play, es algo que de chico lo fui aprendiendo de mi abuelo (Jaime Fillol). Estoy demasiado contento que mis compañeros me apoyen y personas tan conocidas como Rafael también”, dijo el número 2 del país.
Acerca del castigo indicó que “ya estoy mucho mejor, haberlo terminado te saca un peso de encima grande. Fueron meses muy duros con altos y bajos. Finalmente pudimos llegar a un acuerdo que lo acepté en consideración de todo lo que estaba dando vuelta. Pudieron ser muchas cosas peores que pudieron haber pasado, ahora hay que pensar positivo, sacar lecciones y mirar para adelante”.
Por otra parte, el ganador del ATP de Bastad contó cómo se llegó a su cuerpo la sustancia que arrojó positivo en la pasada Copa Davis.
“Fue pura mala suerte. Yo venía tomando multivitamínicos, creo que en la farmacia puede ser que no sirvan, yo preferí ir a un laboratorio que fue analizado por un doctor y hacerme los multivitamínicos ahí. Venía utilizando este laboratorio hace dos años y lamentablemente hubo una contaminación cruzada de estos dos anabólicos. Yo soy responsable de lo que está en mi cuerpo”, sostuvo a radio ADN.
El castigo de Jarry termina el 15 de noviembre, cuando podrá volver a jugar, si es que el circuito se reanuda.