Tras apenas seis meses bajo sus instrucciones, dentro de los cuales logró una histórica participación en Wimbledon,Cristian Garin puso fin a su proceso conPepe Vendrell. Así, la segunda raqueta nacionaldijo adiós a su decimocuarto coach en 10 años.
Una decisión que el mismo Vendrell catalogacomo “sorpresiva”.En diálogo con ESPN F Show, el coach se refirió a los motivos que detonaron su salida y aseguró que intentó convencer a Garinde, por lo menos, terminar la temporada antes de tomar decisiones.
“Los motivos que me expuso fueron queél sentía que la relación no iba por donde él consideraba que debía, que prefería pasar más tiempo en la zona de Estados Unidos y que agradecía el tiempo, pero lamentablemente prefería buscar otro camino“, explicó.
“Intenté hacerle ver que creía que era un momento importante de su carrera yque sería importante, al menos, darnos la oportunidad de cerrar el año, trabajar junto con el equipo que teníamos armado y que una vez terminada la temporada se tomaran decisiones.Pero Cristian también es una persona de impulsos y optó por dar cerrada la etapa“, continuó.
“Yo no soy tonto y obviamente vas viendosituaciones y comportamientos del jugador que te muestran que algo no está por donde te gustaría, pero de ahí a pensar que íbamos a poner punto final… la verdad es que sí, me sorprendió la decisión“, confesó.
“Sobre todo pensnado en el jugador, Cristian no ha podido encontrar estabilidad. Son estos momentos donde hay algunas dudas, todas estas relaciones de entrenador-jugador siempre suscitan tensiones y se viven con estrés, pero se habían hecho cosas muy buenas y yo pensaba que él las iba poner en la balanza para poder terminar al menos la temporada, porque nos quedamos a medio camino“, lamentó.
“Es una pena porque tenía ilusión de ayudarlo y llevarlo a lugar un poco más estable de lo que ha vivido los últimos años. Como dije, Cristian es una persona muy emocional,sensibley que se guía por instinto y por impulsos. Ahí no ha podido, sabido o querido darle continuidad a este proyecto”, concluyó.