Nacer y crecer en Chile aleja bastante del verdadero fenómeno que se está viviendo en Estados Unidos por estos días. No es una semana cualquiera, ya que este domingo 12 de febrero se jugará State Farm Stadium de Glendale, Arizona, el Super Bowl LVII entre los Philadelphia Eagles y los Kansas City Chiefs.
Más allá de buscar al mejor de los mejores de la temporada 2022 de la NFL, este partido es una de las tantes bases que construyeron la cultura norteamericana en el Siglo XX, ya que es la final del deporte más popular y más masivo de Estados Unidos.
Si bien la National Football League existe desde 1920, no fue hasta la década de los 60 en que se determinó, por un partido, dirimir cuál es el mejor de los equipos del fútbol americano en el año en curso. Claro, por eso entonces la NFL no corría sola, ya que también debía competir con la AFL, otra liga de fútbol americano que nació en el 59 y que buscaba competirle en el mercado.
La rivalidad de ambas ligas hicieron que en 1967, en el Estadio de Los Angeles Memorial Coliseum, se enfrentarán los Green Bay Packers por la NFL y los Kansas City Chiefs por la AFL, en un duelo que terminó 35-10 a favor de los empacadores, en lo que fue llamado como el “First AFL-NFL World Championship Game”. Claro, el nombre no era muy marquetero, pero era recién el puntapié inicial para lo que terminaría siendo el encuentro deportivo más importante de Estados Unidos.
Fue en la segundo edición de este duelo, que nuevamente tuvo a los Packers coronándose, esta vez ante los Oakland Raiders, que recibió el nombre que todos conocemos: el Super Bowl, o Supertazón si queremos traducirlo de manera más literal a nuestro idioma. Este nombre vino del ingenio de Lamar Hunt, propietario de los Kansas City Chiefs y fundador de la AFL.
El dirigente aprovechó el término “Bowl” para darle nombre al partido, utilizado en las finales del fútbol americano universitario. Así las cosas, el Super Bowl terminó siendo el Tazón más importante del deporte gringo con el correr del tiempo.
Fue en 1970 cuando la liga se configuró más o menos a lo que conocemos hoy en día. En ese año la NFL absorbió a la AFL, creando las dos conferencias que se enfrentarían para zanjar a los dos equipos finalistas: la Conferencia Nacional y la Conferencia Americana (en esta última, presentes gran parte de los equipos de la AFL).
Así las cosas, el Trofeo Vince Lombardi, copa que se entrega al que grite campeón en el Super Bowl, se transformó en el cetro más preciado del fútbol americano, ese levantó siete veces Tom Brady o que franquicias como los San Francisco 49ers, los Pittsburgh Steelers o los Dallas Cowboys ganaron para ser una piedra angular de la cultura norteamericana. Sin ir más lejos, Homero Simpson es hincha de los Vaqueros.
Este domingo se jugará la versión 57 de esta verdadera fiesta norteamericana. Serán los Philadelphia Eagles antes los Kansas City Chiefs, comandados ofensivamente por los mariscales de campo Jalen Hurts y Patrick Mahomes respectivamente, dos jugadorazos que animarán el primer duelo entre dos QBs de raza negra en un Super Tazón.
El encuentro tendrá la atención de todo el mundo, ya que es una de las transmisiones televisivas más vistas de Estados Unidos cada año, además de contar con la franja publicitaria más cara en los comerciales. Sin ir más lejos, la versión del año pasado que Los Ángeles Rams ganaron a los Cincinnati Bengals tuvo 101.09 millones de telespectadores.
Un partidazo que promete alta intensidad y, por sobre todo, un espectáculo de primer nivel que volverá a instalar a Estados Unidos como el amo y señor del entretenimiento deportivo en todo el mundo.