El fútbol muchas veces oculta historias que los protagonistas no quieren que salgan del camarín, pero ni el candado más fuerte puede aguantar la verdad. Es lo que sucedió en el River Plate de Marcelo Salas.
Corría el año 2005 y los Millonarios estaban decididos a quitarle el protagonismo internacional a Boca Juniors. Desde la Banda Sangre estaban seguros de quedarse con la Copa Libertadores, pero un problema inesperado destruyó todo lo bueno que venía haciendo el club.
La traición que liquidó al River de Marcelo Salas
Luego de haber sido campeones en 2004 del fútbol argentino, River Plate iniciaba una nueva temporada con la ilusión de hacer algo importante. El equipo era dirigido por el ídolo Leonardo Astrada, mientras en la cancha contaba con figuras como Javier Mascherano, Lucho González, Marcelo Gallardo y Marcelo Salas.
El equipo iba realmente bien: luchaba por el título a nivel local y estaba en cuartos de final de la Copa Libertadores. Sin embargo, un particular hecho rompió todo, con Eduardo Tuzzio y Horacio Ameli como protagonistas.
Ambos centrales habían llegado al club en 2003 de la mano de Manuel Pellegrini y se conocían a la perfección, ya que también habían sido compañeros en San Lorenzo. No solo formaban una gran dupla en la cancha, sino que también eran amigos inseparables fuera de ella. Llegaban a entrenar juntos y se iban juntos. Pocos imaginaban lo que sucedería.
Un día tras la charla técnica de Leonardo Astrada antes de un entrenamiento, con todo el plantel reunido como de costumbre, Eduardo Tuzzio le pidió la palabra al DT. Ni Astrada imaginaba lo que diría el central, lo cual terminaría cambiando bruscamente el rendimiento del equipo.
Tuzzio frente a todos sus compañeros, acusó a Horacio Ameli, su amigo, de estar acostándose con su esposa hace dos meses. La noticia dejó en shock a todos los jugadores. Nadie pensaba que podía suceder algo así. Según algunas versiones, Franco Costanzo se lanzó a golpear a Ameli y sus compañeros lo tuvieron que detener.
El matrimonio de Tuzzio y su esposa, con quien tenía tres hijos, estaba destruido por culpa de su amigo y compañero. Astrada y el plantel no sabían qué hacer. Ningún equipo estaba entrenado para manejar una situación así. La práctica debió ser suspendida.
Finalmente, Astrada decidió armar dos grupos. Uno entrenaba con Tuzzio por las mañanas y otro con Ameli por las tardes. Marcelo Gallardo, capitán de River, le pidió a sus compañeros concentrarse en el bien del equipo y no tomar postura en el problema de los defensas. Estos practicaban separados, pero jugaban juntos los partidos. Insólito.
Pese a los esfuerzos de todos, la verdad salió a la luz y se tomó todos los programas de Argentina. El rendimiento del equipo que iba muy bien hasta la acusación de infidelidad, se vino a pique. Ganó 1 de los últimos 9 partidos de la liga local, cerrando en el 10° lugar. En la Copa Libertadores fueron goleados por un 5-2 global en la semifinal ante Sao Paulo.
Una vez finalizado el semestre, Eduardo Tuzzio decidió irse a préstamo al Mallorca de España. Horacio Ameli fue bajado a entrenar con los juveniles, ya nadie del plantel lo quería por su traición. Luego de un préstamo en Colón, regresó a River, pero no volvió a jugar nunca más. Su carrera terminó con 32 años.
Al tiempo, Tuzzio regresó a los Millonarios e incluso se convirtió en capitán, siendo campeón en 2008 con Alexis Sánchez como compañero. Marcelo Salas, quien vivió esta historia como uno de los capitanes del plantel, regresó a Universidad de Chile tras la traición que rompió el camarín de River Plate en 2005.