Un insólito momento nos regaló el fútbol brasileño durante este fin de semana recién pasado. Botafogo y Fluminense jugaron un nuevo clásico por el Campeonato Carioca, en un duelo que terminó en una victoria de 4-2 para el equipo de la estrella solitaria.
Más allá del resultado, lo que realmente se robó las cámaras fue un notable momento que se produjo en los minutos finales del partido, cuando Botafogo luchaba con todo para mantener el 3-2 transitorio.
Todo comenzó cuando Yarlen, juvenil de solo 18 años, acusó un golpe en la cara cerca del área de Fluminense. El jugador cayó fuera del terreno de juego, por lo que en caso de ser atendido por los médicos el partido no se detendría.
Lo curioso acá fue que Hugo, compañero suyo, lo tomó del brazo y con fuerza lo arrastro por la cancha para ingresarlo nuevamente. De esta manera, al estar dentro del terreno de juego, se quemarían valiosos minutos para ser atendido.
Esto enfureció a Felipe Alves, aquero del Fluminense, quien se fue corriendo para agarrar la pierna de Yarlen y sacarlo cascando de la cancha.
Sin embargo, esto no se quedaría acá, ya que uno de los suplentes de Botafogo volvería a empujar al joven jugador al interior del terreno de juego, esto mientras ya comenzaban las discusiones entre ambos elencos.
Al final Emerson Lima anotaría el 4-2 definitivo para Botafogo, sellando una victoria que dejó este notable momento en el fútbol brasileño para la posteridad.
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