Ya van varios años desde que Ronaldinho dejó oficialmente el fútbol. En 2015, a los 35 años, abandonó oficialmente la actividad jugando por el Fluminense, producto del bajo rendimiento que tuvo con el club de Rio de Janeiro, aunque su retiro oficial lo anunció años después.
Desde esa época ha pasado mucho en la vida del astro brasileño, con una pasada por una cárcel de Paraguay incluso. Sin embargo, la admiración de toda una generación que lo vio jugar sigue intacta, incluso con sus conocidos excesos a lo largo de su carrera.
Parte de eso último es lo que desclasificó el ex masajista del Atlético Mineiro, Belmiro de Oliveira, quien reveló que lo ayudaba con sus resacas en el club Galo, donde fue campeón de la Copa Libertadores en 2013, además de ser elegido como el mejor de América.
“Solo yo entraba en su cuarto. El se quedaba con Jô (su compañero de cuarto en la época) y Jô me llamaba para que fuera a su habitación. Ronaldinho pedía algo de comer, porque no iba a bajar a desayunar”, contó de Oliveira a una emisora brasileña, Itatiaia.
Pese a los excesos, el masajista contó que Dinho era muy “tranquilo” y “amigable” y que “llegaba ya listo para entrar a la cancha. Cuando terminaba el entrenamiento, subía, se daba un masaje y se iba. No te molestaba. Era un tipo muy agradable”.
Vale destacar que de Oliveira es una verdadera leyenda viviente del Atlético Mineiro. Trabajó ahí desde 1968 y jubiló hace pocos días. Idolatrado por la afición gala, vio ganar los únicos dos brasileiraos en la historia del Mineiro (1971 y 2021).
Dinho vivió su último gran año en el fútbol profesional en ese 2013. Ya para el 2014, su nivel empezó a decaer, tras no ser considerado para el Mundial que se jugó en su país. Al poco tiempo, salió del Mineiro y terminó jugando en el Querétaro, para luego retirarse en Fluminense.