El Caso Byron Castillo tiene cautivados todos nuestros sentidos. Al menos hasta que se sepa la sentencia este viernes, no ha habido espacio para otro tema en el debate mundial del derecho deportivo, al punto que se pasó por alto una decisión bien relevante: la del Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), sobre la disputa entre la Federación Ecuatoriana de Fútbol y el actual director técnicode Colo Colo, Gustavo Quinteros.

La historia ha sido bastante larga. El 12 de septiembre de 2017, Ecuador cayó ante Perú en Quito y Quinteros, entrenador de La Tri en las Eliminatorias Sudamericanas para Rusia 2019, fue apartado del cargo por la dirigencia local vía Twitter: “FEF encarga como DT de La Tri para los dos partidos finales a Jorge Célico, ante indiferencia del DT Quinteros cuando se apeló a su sensibilidad”.

Cuento corto, el contrato del estratega albo tenía una cláusula que exigía el pago de 500 mil dólares si una de las partes ponía fin al vínculo antes del plazo vigente (hasta el término del respectivo ciclo mundialista). Ecuador no quiso pagar, aduciendo que el contrato hablaba de una prestación de servicios, no necesariamente como seleccionador.

Quinteros acudió a la Comisión de Estatuto del Jugador de la FIFA para reclamar sus dineros, pero el Bureau declaró que la demanda era inadmisible por incompetencia, ya que consideró que eran los tribunales locales de Guayaquil quienes tenían que resolver esta diferencia. De ahí, el ex entrenador de Universidad Católica se iría al TAS.

Gustavo Quinteros entrenó a la selección de Ecuador en el estadio Monumental de Colo Colo durante la Copa América 2015 que se realizó en Chile

Y ahí se dio vuelta la tortilla. El TAS no sólo asegura que la comisión de la FIFA podía atender este asunto, si no que además ratifica que Ecuador en los hechos despidió a Quinteros, por lo que debía pagar indemnización pactada. Finalmente, atendiendo la norma del derecho suizo, de moderar las penas que se consideren excesivas, redujo el pago a 366 mil dólares.

A esto se suma la cancelación de los días trabajados en el mes del despido y los costes del juicio (que pagó la FEF en un 90 por ciento y la FIFA en un 10%), Quinteros recaudó más de 400 mil dólares en el proceso, que representa la derrota de la federación ecuatoriana en una instancia a la que seguramente regresará en los próximos meses.

¿Una última curiosidad? Gustavo Quinteros fue representado ante la justicia deportiva por los abogados Javier Ferrero Muñoz, Juan Ignacio Trigero y Juan Alfonso Prieto, todos de la firma Senn Ferrero Sports & Entretainment. La misma que hoy encabeza la defensa ecuatoriana ante la denuncia de Chile.

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