Un viejo conocido del fútbol chileno tiene una labor ardua a contar de estos días. Se trata de Miguel Ramírez, técnico que sonó mucho en Colo Colo y Universidad Católica, y que este jueves asumió un nuevo, pero a la vez complicado desafío.
Cheíto es el nuevo entrenador de Unión Española, elenco que se encuentra comprometido con el descenso en la Liga de Primeray que viene de quedar fuera de la Copa Sudamericana.
Este viernes fue presentado de manera oficial en el Rojo de Independencia, y desde ya asume la ardua tarea que le espera: enfrentar la Copa Chile en el cierre de la fase de grupos y mantener a los hispanos en la máxima división chilena.
La difícil misión de Miguel Ramírez en Unión Española: Sin asco al desafío
En su primera conferencia como técnico hispano, Miguel Ramírez no esquivó el contexto difícil por el que termina asumiendo, y fue claro sobre los objetivos que se traza en Santa Laura.
“Vamos a tener la posibilidad de traer tres refuerzos, tres jugadores. Eventualmente vamos a buscar quiénes pueden encajar lo mejor posible en nuestra forma de jugar, y que tengan el carácter suficiente de venir a pelear desde atrás, porque no es fácil convencer a un futbolista de que venga a pelear descenso”, explicó Cheíto con franqueza.
De hecho, aseguró que su cuerpo técnico está preparado para un desafío como es mantener la categoría, colocando en la mesa los pergaminos alcanzados con otros clubes.
“En San Luis, Santiago Wanderers, O’Higgins y Universidad de Concepción nos contrataron para no descender y logramos el objetivo. Sabemos a lo que vinimos, así que tenemos la claridad de lo que debemos entregarle al jugador”, afirmó.
De hecho, el técnico de 54 años mostró confianza total de revertir el presente de Unión Española, penúltimo por sobre su exclub, Deportes Iquque. “Este cuerpo técnico tiene mucha hambre de triunfos y de seguir creciendo. No me cabe duda que, con la calidad de jugadores que hay, vamos a cumplir los objetivos que se nos irán planteando en el camino”, comentó.