Alegría en Universidad Católica. El cuadro de San Carlos de Apoquindo consiguió un triunfo agónico en Chillán y se elevó hacia lo más alto del Campeonato Nacional, quedando a una unidad de Coquimbo Unido.

Todo indicaba que sería, sin embargo, una igualdad. Hubo diez minutos de descuento en el Nelson Oyarzún y, cuando nadie lo esperaba, una jugada en el área de los Diablos Rojos pasó por el filtro del VAR.

Tras ver una y otra vez el video de la supuesta mano de Jovany Campusano, el referi decidió apuntar el punto penal y decidir que había pena máxima. El reclamo de los jugadores de Ñublense sólo demoró un poco más el tiro, ejecutado a sangre fría por Fernando Zampedri.

Hasta ahí, no habría problema. El drama se da en que, al comparar jugadas, resulta que hubo una, antes, a favor de Ñublense, que no se cobró de la misma manera.

¿Por qué se acusa de doble vara al cobro del árbitro Juan Ignacio Lara?

Resulta que, poco antes de cobrarse el penal a favor de la Universidad Católica, hubo una jugada similar a la de Campusano que no fue ratificada por el árbitro. Se trata de una mano de Astudillo en el área de la UC que pasó colada.

Es decir, pese a que el cobro de la mano que desembocó en el 2-1 final a favor de la UC es debatible, mas no es un error, sí lo es tener dos varas distintas para medir jugadas parecidas.

Al parecer, pese a que el VAR vino a alejar las polémicas de los cobros, lo que ha hecho es más bien lo contrario. Cada vez que esto sucede nos preguntamos si no será mejor tener otra manera de verificar. Por el momento, solo queda ir a llorar a la FIFA.