San Siro se vistió de gala para recibir uno de los juegos más simbólicos que tiene a disposición: el Derby della Madonnina entre Inter y Milan, en el que el chileno Alexis Sánchez partió como suplente.

Como suele ser en este tipo de partidos, el ambiente estuvo por todo lo alto en cuanto las fanaticadas y en ambos grupo de tifosis se destacaron con los tradicionales mosaicos del fútbol europeo.

Ambas aficiones desplegaron sus artes sobre las curvas norte y sur en los minutos previos al inicio del compromiso, demostrando que siempre el encuentro entre estos rivales tiene un sabor más que especial.