Alejandro Tabilo (187° ATP) dejó muy buenas sensaciones tras su notable participación en Indian Wells, donde fue el estadounidense Frances Tiafoe (16°) quien lo eliminó en octavos de final del torneo, y desde ya empieza a mentalizarse en lo que serán sus próximos desafíos. Ahí, es el Masters 1.000 de Miami el que podría aparecer, pero por ahora debe esperar.

El tenista chileno nacido en Canadá exhibió un tremendo nivel en el primer ATP Masters 1.000 de la temporada, por lo que el segundo, que se disputará desde el 19 de abril, podría ser una gran oportunidad para seguir por esa senda y sumar todavía más confianza. Así, celebra que está muy cerca de poder meterse en la qualy de la competencia. ¿Qué necesita?

Tabilo: a una baja de la qualy de Miami

Este jueves 16 de marzo hubo una actualización en las clasificatorias del certamen norteamericano. El italiano Fabio Fognini, que cayó en primera ronda del Chile Open ante el finalista Tomás Etcheverry y se ubica en el puesto 88 del Ránking ATP, se bajó del campeonato que se juega en pista dura y en su lugar ingresó el argentino Renzo Olivo.

Con la caída del trasandino de 30 años que está en la ubicación 176 del escalafón mundial, el siguiente en la lista de espera es Tabilo, y si se llega a bajar otro jugador será la cuarta raqueta nacional quien ingrese a la clasificatoria, que está programada para arrancar el domingo 19 de abril. Así, desde ya Jano espera ansioso para ver si podrá estar o no presente.

Tabilo está muy cerca de la qualy del Masters 1.000 de Miami. | Foto: Getty

Tabilo está muy cerca de la qualy del Masters 1.000 de Miami. | Foto: Getty

Cabe destacar que en el Masters 1.000 de Indian Wells, que al igual que Miami se juega en pista dura, Tabilo llegó hasta octavos de final tras arrancar en la qualy. Una victoria inicial ante el australiano Christopher O'Connell y otro triunfo ante el estadounidense Zachary Svajda lo llevaron hasta el cuadro principal, donde la rompió. Por ende, de seguro espera poder entrar al torneo para ver si su altísimo nivel le permite repetir aquella hazaña y seguir jugando a lo crack. ¡Con todo, Ale!