Al fin, después de tantos años, Universidad de Chile volvió a ganar un Superclásico en el Estadio Monumental. Los 16 guerreros que hicieron historia en Macul merecen un análisis más detenido. Acá va…

Gabriel Castellón (5,5): falta que transmita total confianza y seguridad. Un par de errores suyos pudieron costar caro. Por ejemplo, a los 57’ pifió un despeje en el borde del área grande y la pelota terminó yéndose al saque de banda. Otra: en una jugada de Palacios por su derecha, el balón le pasó por entre medio de las piernas y el palo lo salvó. Pese a eso, hay que recalcar que también tiene buenas tapadas. Como cuando le tapó un tiro libre a Gil, que lo vio adelantado y trató de meterla en el ángulo. En resumen, al debe aún, pero nada terrible.

Marcelo Morales (5,5): cuando se manda en ofensiva, suele generar bastante peligro. Pero, ¡plop!, también se equivoca en la salida y perderla saliendo es más riesgoso que ahorrar en pesos argentinos. A resaltar su ataque solitario en el primer tiempo, cuando terminó tirándose al suelo luego de ser cruzado por Alan Saldivia. 

Matías Zaldivia (6,5): desde que se puso la camiseta de la U ha sido uno de los pilares de la defensa azul. Lo que le imprime al equipo no es sólo seguridad en el fondo, sino también liderazgo y valentía. Uno de sus despejes más importantes fue cuando sacó una pelota peligrosa en un centro a los 45+1’. Pero, también llega en ataque y fue protagonista de las pocas del Bulla en la segunda mitad, cuando cabeceó con peligro a los 70’.

Franco Calderón (6): se ha ido adaptando al juego azul. Sin duda, una de las cartas fijas de Gustavo Álvarez para esta temporada. Eso se nota en su despliegue defensivo y en las marcas. No sólo saca pelotas aéreas como el centro peligroso desde la derecha que despejó a los 15’, sino que también cuando un tiro de Carlos Palacios salió apenas desviado tras pegar en uno de sus botinesa los 58’.

Fabián Hormazábal (6): uno de los puntos altos de la U. Hizo de todo. Corrió toda la cancha y fue importante en el aguante de la segunda mitad. Además, puso empuje en el mediocampo y sin dudas es una de las sorpresas del Superclásico.

Marcelo Díaz (6): leyenda. No fue su mejor partido, pero sin duda la Universidad de Chile es distinta cuando el que ordena es él. Se pudo sacar una espinita por la que batalló con planteles campeones, incluso de la Sudamericana. Fue y sigue siendo la referencia del mediocampo, aunque a veces se le note más lento que en sus años gloriosos. Salió a los 83’ por el Tucu.

Emanuel Ojeda (5,8): en el primer tiempo, como avión. Sobre todo, cuando tenía que juntarse por la banda derecha con maxi Guerrero. Resultado de aquellas buenas combinaciones, el gol. El argentino fue el que mandó el centro que terminó en el tanto  de Israel Poblete a los 30’, cuando se juntó eficientemente con Maxi Guerrero. En el complemento, claramente con un par de fusibles quemados. Pese al cansancio, lo dio todo en la persecución a Bolados en un arranque del atacante albo a los 58’. Su clara fatiga hizo que Álvarez lo quisiera remplazar por Ignacio Tapia a los 62’.

Israel Poblete (6,8): la estrella, el que se lleva los aplausos y que se inscribe en la historia. ¿Quién iba a pensar que Israel Poblete sería el que marcaría el gol del triunfo en el Monumental? Y, ojo, no solamente marcó el único tanto del partido, sino que también fue muy importante en la recuperación de balones en el mediocampo, ganándole casi todos los cara a cara a Arturo Vidal.

Leandro Fernández (6,5): como siempre, de lo mejor de la U. El Lea tiene esa calidad que lo hace diferente. Se atreve de distancia; corre balones y no los da por perdidos; y el rival siempre tiene que estar atento a sus impredecibles jugadas. Una de ellas las hizo a los 35’ cuando se mandó solo en ataque, regateó, pero no encontró a nadie metido. Quizás, eso fue lo malo ante Colo Colo: su escasa relación con el Chorri Palacios.

Chorri Palacios (5,5): el Chorri es de apariciones intermitentes. Si bien se pierde en algunos momentos del partido, siempre nos recuerda con un remate peligroso que es un agente ofensivo al que hay que prestarle atención. No supo juntarse bien con lea Fernández como en otros partidos de la U, por lo que pareció solitario en el campo de juego. Su falta de protagonismo le valió la sustitución a los 54’, cuando lo remplazó  Luciano Pons.

Maxi Guerrero (6): podría haber jugado más, porque lo estaba haciendo bien. De los pocos que se preocupó constantemente en atacar. Quizás, esto se deba a que durante su estadía en el campo, la U se generó algo de ocasiones. Participó en la más relevante de todo el partido, cuando se conectó con Emanuel Ojeda, en la acción que desembocó en el gol de Poblete. Salio por Assadi a los 54’, quizás más por las características de Pons, a quien Assadi debía habilitar, que por errores en su juego o cansancio.

Luciano Pons (5,5): ingresó a los 54’ y tuvo pocas oportunidades de gol. Se le vio falto de fútbol, aunque se nota que tiene buena visión ofensiva. Sin duda, cuando lo acompañen más las piernas será un gran aporte.

Lucas Assadi (5,5): filtró un par de pases en ofensiva. Tuvo un partido ingrato, porque en el momento de su ingreso a la U le tocó refugiarse y resistir. Pese a esto, se las igenió para generar juego ofensivo. Peca a veces de ingenuidad, como en la jugada en la que pudo ser habilitado por Lea Fernández y salió solo lentamente del offside.

Ignacio Tapia (6): ingresó por Emanuel Ojeda a los 62’ y cumplió bien como elemento defensivo. Era la pieza necesaria para mantener estable las torres del fondo azul. Por eso, su ingreso debe ser considerado como uno de los grandes aciertos de Gustavo Álvarez en el Superclásico.

José Castro (-): entró a los 83’ por Marcelo Morales y poco se puede decir de su juego.

Matías Sepúlveda (-): entró a los 83’ por Marcelo Díaz y sufrió un duro cabezazo al ir a disputar una pelota con Carlos Palacios. Sin embargo, con valentía volvió a la cancha, porque si no la U quedaba con 10. Eso sí, entró con un gorrito parecido al de Condonito.