Si hay una banda de thrash metal que, además de trascendental en la historia del género, ha pisado varias veces suelo chileno, es Megadeth. El conjunto liderado por Dave Mustaine, con su nueva visita de este 9 de abril de 2024, totaliza 14 pasadas por territorio criollo, siempre con una fiel audiencia que los espera cada vez. Y en su retorno tras siete años (ocho desde su última presentación en solitario), lisa y llanamente pasaron como un tornado por un repleto Movistar Arena que colgó el letrero de sold out a poco de poner las entradas a la venta.
Claro, porque el cuarteto californiano había pisado Chile para el Santiago Gets Louder de 2017. No obstante, un año antes había sido su última presentación sin ser parte de un festival, en el Teatro Caupolicán. Ahora, además, presentaban una gran novedad: tras la salida del destacado Kiko Loureiro en 2023, el finlandés Teemu Mäntysaari asumió un desafío que no es nuevo en Megadeth, pero que sí representa un reto contundente en la guitarra líder. Adelanto: lo superó con creces.
A las 21:00 horas en punto se apagaron las luces del recinto de Avenida Beaucheff para dar paso a The Sick, the Dying… and the Dead!, primer corte del álbum homónimo de 2022 para desatar la locura del público que esperba con ansias un recital de corte rockero/metalero en el Movistar, que no pasaba en dicho reducto, ni más ni menos, que de Ghost en septiembre del año pasado.
Los fuegos los abrió la banda de metal chileno Saken con una presentación y maciza que contó, además, con una grandísima sorpresa: invitaron a cantar al vocalista de Dark Funeral, Andreas Vingbäck (más conocido como Heljarmadr), provocando el estallido de un público ya muy prendido a esa hora.
El sonido era impecable y se escuchó bien de todos lados. De inmediato cayó la primera sorpresa de la noche: Skin o’ My Teeth, del álbum Countdown to Extinction de 1992 que no era tocada en vivo desde 2018 y que tuvo una grandísima recepción.
Dystopia y Hangar 18 terminaron de extasiar a un público que, a esa hora, estaba totalmente a merced del ritmo de los liderados por Dave Mustaine. Sweating Bullets, This Was My Life, Angry Again, She-Wolf, Trust y A Tout Le Monde fueron pasando de manera impecable hasta llegar al momento cúlmine de la noche.
Y es que promediando el espectáculo, cayó uno de los grandes himnos de Megadeth: Tornado of Souls, aquel single del imprescindible Rust in Peace de 1990 y que cimentó la leyenda de Marty Friedman, que debutaba entonces en la banda con una actuación sobresaliente en las seis cuerdas y que, desde su salida, ha hecho de la mencionada canción la prueba de fuego para cualquier guitarrista que ingresa al cuarteto. Y Teemu Mäntysaari sencillamente se lució. Tanto, que la gente ovacionó el épico solo. Momentazo de la noche.
Por si faltaba más, pegada cayó, quizás, la obra más conocida de los californianos, la simbólica Symphony of Destruction. Los “¡Megadeth, Megadeth, aguante Megadeth!” tronaron por todo el Parque O’Higgins, así como también la locura desatada del público donde ningún alma estaba quieta, todos saltando, en mosh o con el headbanging de rigor para celebrar tamaña pieza. Tras cartón, vino We’ll Be Back antes del primer encore.
Y el regreso volvió en sintonía con la locura que ya se había generado. Peace Sells, del segundo álbum de estudio de Megadeth, el Peace Sells… But Who’s Buying? de 1986 y uno de los primeros grandes temas de los estadounidenses, desató mosh pits por montones.
Luego, aquella recordada canción de la controversia. La original The Mechanix, tema que Mustaine escribió estando en Metallica para el emblemático Kill ‘Em All pero que, luego de su expulsión, le dio una vuelta de tuerca renombrándola como simplemente Mechanix para el álbum debut de Megadeth, Killing Is My Business… And Business Is Good! (1985). Por su parte, los de San Francisco la dejaron también como propia dándole retoques y el nombre de The Four Horsemen, lo que provocó varios años de bravatas al momento de tocarla en vivo.
Tras el segundo bis, vino el cierre. Antes de interpretar Holy Wars… The Punishment Due, también del Rust in Peace, Mustaine agradeció lo excelente que fue el público y relató cómo la letra de esta “guerra santa” sigue tan vigente, en relación al aún conflicto vigente entre Palestina e Israel. Y, como es tradición, durante la ejecución del tema presentó a sus compañeros Dirk Verbeuren en la batería, James LoMenzo en el bajo y Teemu Mäntysaari en la guitarra líder.
Una presentación contundente, sólida, que demuestra que el metal sigue roncando con fuerza, así como también el público asiduo a este estilo de música que jamás dejará morir los mosh y el headbanging.
Setlist de Megadeth en Chile 2024
• The Sick, the Dying… and the Dead!
• Skin o’ My Teeth
• Dystopia
• Hangar 18
• Sweating Bullets
• This Was My Life
• Angry Again
• She-Wolf
• Trust
• A tout le monde
• Tornado of Souls
• Symphony of Destruction
• We’ll Be Back
Encore:
• Peace Sells
• Mechanix
Encore 2:
• Holy Wars… The Punishment Due