La noche de este jueves 11 de abril quedará guardado para siempre en la memoria colectiva de los fans de Tom Jones en Chile, luego de que el artista realizó un inolvidable concierto como parte de su gira “Ages and Stages” que hizo vibrar a los miles de asistentes.
Pasada las 9 de la noche, el artista subió al escenario del Movistar Arena frente a la atenta mirada y euforia de sus seguidores para brindar una velada para el recuerdo.
Tom Jones en Chile
El espectáculo marcó desde el primer minuto la pasión del artista, quien a sus 83 años suena con la misma potencia, afinación y desplante que lo ha definido a lo largo de su carrera.
El show comenzó con una emotiva interpretación de “I’m Growing Old” , estableciendo un tono íntimo y reflexivo que resonó con la audiencia. Luego, Jones sorprendió a todos con su versión de “Not Dark Yet” de Bob Dylan, demostrando su habilidad para hacer suya cualquier canción.
Su dominio del español no solo facilitó esta conexión, sino que también mostró su genuino interés por llegar al corazón de sus seguidores chilenos. A través de bromas, saludos y palabras de agradecimiento en español, Jones creó un ambiente de cercanía y complicidad que elevó la experiencia del concierto a otro nivel.
“Chile, quiero llevarlos al comienzo de mi carrera, la cual inició en 1964, grabé una canción en noviembre, salió el 22 de enero de 1965 y era número 1 el primero de marzo”.
Expresó antes de cantar uno de sus grandes clásicos, “It’s Not Unusual”, seguido de “What’s New Pussycat?“, que la multitud estalló en fervor, coreando cada palabra y dejándose llevar por la nostalgia de los éxitos de Jones.
La energía en el escenario era palpable mientras Jones navegaba a través de un repertorio diverso que incluía desde baladas melancólicas como “The Windmills of Your Mind” hasta canciones más sensuales como “Sexbomb” y “You Can Leave Your Hat On”, donde su carisma y magnetismo cautivaron a todos en el lugar.
Antes de cada canción, Jones tomaba un momento para compartir anécdotas y reflexiones sobre su carrera y las circunstancias que inspiraron cada melodía. Ya sea recordando sus días de juventud o compartiendo sus experiencias personales, cada historia fortaleció la conexión del artista con los asistentes de manera más íntima.
El setlist fue una cuidadosa mezcla de clásicos atemporales y sorprendentes covers, con momentos destacados como su interpretación de “Tower of Song” de Leonard Cohen y “Kiss” de Prince, donde Jones demostró su versatilidad como intérprete y su profundo respeto por la música de sus colegas.
El concierto fue una experiencia que quedará en la retina de los fans, ya que Tom Jones deleitó con su poderosa voz y su increíble energía en el escenario, dejando a los presentes eufóricos y emocionados por la experiencia.