En Chile estuvo muy cerca de coronarse como ganadora pero tristemente no lo logró. Es por esto que Rocío Marengo va por la revancha en la versión argentina de “MasterChef Celebrity”, programa donde actualmente es participante.

En el formato nacional del espacio culinario la trasandina siempre se caracterizó por tener la emoción a flor de piel, lo que le significó varias burlas en redes sociales. Sin embargo, quiso dejar en claro que no se avergüenza por ello. Es más, le gusta dejarse llevar.

Estas declaraciones las hizo recientemente al diario Las Últimas Noticias en el contexto de su debut de "MasterChef Celebrity" Argentina, donde acaparó miradas en el primer capítulo al no contener las lágrimas tras presentar su plato.

Los nervios le pasaron la cuenta a la exfinalista de la versión chilena de esta licencia televisiva, algo que ella misma atribuye a la presión por su buen desempeño en la cocina y lo lejos que le permitió llegar en la competencia nacional.

“Todos me dicen vos llegaste a la final, pero no sólo hay que cocinar, también hay que manejar la presión del tiempo y la cabeza. Hoy tengo mucho más que perder que cuando llegué al de Chile”, declaró a LUN, dejando en evidencia que siente mucha más responsabilidad en esta nueva oportunidad que se le presentó.

Rocío Marengo explica su espontánea reacción frente a los nervios
 


La mujer tras el mítico “Baile del Koala” asegura que si bien tenía bastante claro lo que iba a preparar y logró hacerlo, cuando fue evaluada fue la sensación de alivio la que la hizo romper en llanto.

"Era una caja sorpresa y tenía que elegir cosas a ojos cerrados y me tocó calamar. Tenía clara la receta, pero los nervios me jugaron en contra", detalló.

Su descargo vino una vez recibió el feedback de los jueces. “Es que al estar tan presionada, cuando me dieron la devolución, que no era mala, aflojé, me relajé y lloré. Llorar no es lo que más me gusta, pero tampoco me da vergüenza porque siento que está bueno dejarte llevar por las emociones, y si lloro, lloro y si me río, me río", aseguró.

Por último, afirmó que ahora el llanto se convirtió en su cábala para tener buena suerte. "Yo antes tenía una coraza muy grande, pero hace un tiempo me dejo llevar. Estos formatos logran sacar mi esencia, aparte que a mí me gusta la cocina y si me va mal sufro, no me da lo mismo", aseveró.