Hace unas semanas atrás, Kika Silva publicó una foto en su Instagram contando que había hecho papas fritas por primera vez. Por la cuaretena, la modelo se ha dedicado a cocinar varias cosas, pero este plato en especial generó una ola de comentarios, tanto negativos como positivos.

En conversación con Angélica Castro en Instagram, la ex reina de Viña recordó lo ocurrido. "Nunca había hecho en mi casa fritura, jamás. He comido frituras un montón de veces, pero no en mi casa. Y como andamos con antojos de cuarentena… Porque no me digan que no".

Fue entonces qe Silva empezó a hablar de los comentarios que recibió. "Tenía antojo y dije ‘ya, voy a hacer papas fritas’. Las corté, las tiré al sartén y listo. Y yo encontré que fue ultra fácil, porque además no se me ensució toda la cocina con aceite, ni me saltó el aceite".

"Incluso no subí la foto ese día. Le saqué la foto, porque siempre le saco fotos a la comida, y al otro día en la noche subí la foto y puse… Como que este fue mi pensamiento: ‘Estaba con antojo de papas, corté las papas de tincá, puse música, las puse a freír y que fácil’. Como diciendo ‘no ensucié nada, no me dejó la embarrada’", agregó.

La foto que generó la polémica de las papas fritas de Kika Silva

La foto que generó la polémica de las papas fritas de Kika Silva

Silva explicó que las críticas partieron "por maldad, querían hue****** nomás de que yo era una cuica tonta, pesada, que no sabía nada, que mi nana toda la vida me había hecho las cosas. Jamás ha sido así, siempre me ha gustado cocinar. Pero parte de ese lado".

Hoy día hay un tema con que ‘rubio, cuico, facho’, etc. Entonces así fue. Al principio me empezaron a hacer bolsa. Lo voy a admitir: las primeras horas yo igual me puse a llorar, ya dije que ando sensible. Dije ‘weón, la cagué, ¿qué hice?’. Me asusté porque mi celular como que estaba bombardeado. Después me di cuenta de la situación y me empecé a reír. Hasta el día de hoy me mandan las fotos de sus papas", complementó.

Para Silva, la emergencia sanitaria la ayudó a entender que es mejor no pescar la mala onda. "Creo que no es momento para ponernos grave. Es momento para reírnos y, si hay alguien que quiere molestar al otro o que quiere tirar mala onda, ese otro tiene que no aceptarlo. Estamos viviendo un momento donde más encima hablamos de feminismo, empatía. Chuta, practiquémoslo".