El impedimento del uso del Estadio Nacional para el concierto de Metallica en Chile ciertamente no es una decisión menor de parte del Instituto Nacional del Deporte, sobre todo porque ahora la Asociación Gremial de Empresas Productoras de Entretenimiento y Cultura (Agepec) manifestó su molestia por la situación y acusó una “incapacidad de diálogo del Estado” para resolver el entuerto.

Poco después de que este viernes se confirmó que James Hetfield y compañía finalmente se presentarán en el Club Hípico el próximo 27 de abril, la Agepec decidió lanzar una declaración pública en la que partieron por ironizar con la frase “sal de mi parque, sal de mi estadio, responden a la misma lógica de sal de mi playa”.

“Esa es la forma en que hoy nuestro país se relaciona con el mundo de la cultura y el espectáculo; esperamos que solo sea un nuevo traspié por el desconocimiento de este sector y su encadenamiento productivo”, plantearon desde el colectivo.

Quien firma la declaración es el gerente general de Agepec y también dueño de la productora Multimúsica, Jorge Ramírez, argumentando que “hemos sido uno de los sectores más golpeados por la pandemia y sentimos que nos siguen castigando, como queda en evidencia ahora con lo ocurrido con el Estadio Nacional”.

“Fuimos los primeros en parar con la crisis sanitaria y los últimos en regresar tras más de dos años y recibimos un nuevo golpe que afecta directamente a muchas pymes, trabajadoras y trabajadores que aún no pueden retornar y que viven en base a deudas”, puntualiza.

¿Cuál es la postura de las productoras tras el impedimento de utilizar el Estadio Nacional?

Pandemia de por medio, desde la Agepec también apuntaron que “este es un sector que lo único que quiere es trabajar y con estas acciones solo nos llevan a la desesperanza, la tristeza y la congoja”.

“Se entiende que deban subsanarse los retrasos de nuestro principal recinto deportivo de cara a los próximos Juegos Panamericanos, pero no así, que el precio lo paguen los espectáculos de tan alto valor para la reactivación y fomento del sector”, subrayan.

Y si bien valoran “la disposición” del Ministerio de Salud y la Subsecretaría de Salud para establecer un diálogo sobre el Estadio Nacional, “lamentablemente en paralelo se han suscitado una serie de otros hechos que instalan incertidumbre e inestabilidad para realizar eventos en Chile”.

“Las pérdidas de todo tipo que implica el cambio de recinto, en este caso del Estadio Nacional al Club Hípico, son muy sensibles. También vulnera los acuerdos previos con la banda, decenas de tratos y contratos y deja en un muy mal pie a las producciones nacionales para el futuro“, finalizó lamentando Ramírez.

La falta del Estadio Nacional para los espectáculos masivos no sólo da cuenta del mal manejo de la remodelación en el recinto, faltando a los plazos e incluso con un sumario de por medio; sino que también da cuenta de la falta de espacios para realizar eventos que convoquen a más de 60 mil personas.

Más aún cuando, a la polémica por el Estadio Nacional, se suma que el año pasado se produjo todo un conflicto vecinal en torno al uso del Parque O’Higgins para este tipo de sucesos, enviando al festival Lollapalooza Chile hasta el Parque Bicentenario de Cerrillos e, inevitablemente, descartando otro recinto más para recibir shows de este calibre.