"La Jauría" sigue en clave de thriller el caso de una joven estudiante de una escuela católica que desaparece tras encabezar una protesta feminista. La investigación llevará a tres policías a destapar un juego mortal en línea, que recluta hombres para cometer actos de agresión misóginos.

 

 

La nueva serie chilena de Amazon Prime Video tiene un ritmo vibrante y ágil, propone incógnitas y responde. Desafíos y recompensas van a la par. Esto mientras se mueve develando el misterio que inevitablemente es conducido por la contingencia en torno a violencia de género y sus consecuencias en una sociedad que continúa avalando la impunidad de estos delitos.

A pesar de operar en la línea del espectáculo comercial antes que en la veta del drama crudo, la producción termina evidenciando la urgente necesidad de visibilizar estas temáticas, que no sólo surgen ante sucesos particulares y explosivos, sino que también están enquistados en nuestras conductas como individuos que conviven en una comunidad.

Por medio de diálogos y acciones, la historia protagonizada por Antonia Zegers, María Gracia Omegna y Daniela Vega entrega mensajes ineludiblemente ligados a los debates culturales que actualmente experimentamos: el feminismo, el aborto, los abusos de poder, el actuar maligno sin castigo de los ricos ante la ley, la pérdida de la conexión entre padres e hijos, la irresponsabilidad adolescente al no medir el impacto de sus actos, y más.

Así establece una conexión con la realidad, comentando o insinuando sucesos como el de Martín Larraín, La Manada en España, el suicidio de la estudiante del Nido de Águilas, las adopciones ilegales a través de la Iglesia durante la dictadura, las finas redes sociales en las sombras que han ocultado grandes escándalos, etc.

El listado suma y sigue, con la serie siendo más discursiva en algunos temas por sobre otros. Pero dónde sale ganando es al no tener miedo de exponerlos con una postura determinada que los espectadores descubren en el avance de la historia.

Si bien la primera mitad de la temporada funciona mejor que los capítulos que rematan la historia, sobre todo porque el giro principal se va delatando con pasos en falso y una rápida resolución de los conflictos, también hay que reconocer un problema que no deja de penar durante todo el recorrido: la forma en que caen en torpezas que dinamitan la fluidez de la narración.

Hay cosas sorprendentemente ridículas o cliché que podrían haber sido perfectamente resueltas de otra manera, pero escogen recurrir a elementos absurdos que no aportan a lo que están contando y terminan por sacarte de la ficción. Eso mismo, te hace cuestionar si realmente quieren presentar una propuesta interesante o sólo buscan apelar a la espectacularidad.

"La Jauría" es una buena recomendación para los amantes de relatos al estilo de “Pacto de Sangre” o “Secretos en el Jardín”. Su factura técnica está a la altura de producciones internacionales, sello que se ha encargado de establecer la productora Fábula, tal como ya lo hizo con "El Presidente".

Aunque, por otro lado, existen factores que tienden a opacar las cosas positivas que posee la serie, aspectos que no son menores, ya que terminan siendo distractores que bien sirven como objetos de burla, restándole credibilidad a la trama.