Jordi Castell volvió una vez más y sin pelos en la lengua a comentar su eterna rencilla con Marcelo Chino Ríos, a sólo días de que aseguró que no iba a tomar represalias contra el ex número 1 por hacerle caso a quienes lo querían.

Pamela Díaz y Jean Philippe Cretton compartieron con el fotógrafo en su programa de Instagram La Pasión de Ganar, de Juegaenlínea.com, momento en el que dialogaron la reciente burla del ex deportista tras la muerte de su mascota y sobre los inicios de su enemistad.

A propósito del reciente fallecimiento de su perro Marley, Jordi confesó que nunca había tenido una conexión con una mascota como pasó con él. Por lo mismo, “no estaba preparado para que muriera, me fui a la mierda”.

“¿Te dolió lo que dijo Marcelo Ríos?”, presionó Pamela. Ante lo que Castell aseguró que “no, no, para nada, porque de él yo espero esas cosas”.

En el mismo live, el fotógrafo volvió a asegurar que Ríos le mandó canciones de madrugada en dos oportunidades. “Por respeto a mi marido no le he contestado, pero en algún minuto lo voy a hacer”, puntualizó.

Sobre lo mismo, Jordi resaltó que le llama la atención que nadie lo pare, “su mamá me pide perdón por debajo a mí… Si tuviera que hacerle una entrevista a alguien cercano, me gustaría preguntarle si ya lo diagnosticaron”.

Durante la conversación salió al ruedo los comentarios del Chino sobre el incendio que afectó a Andrés Baile y la muerte de la madre de Daniel Fuenzalida, ante lo que Jordi dijo que son “cosas que no tienen nombre”.

“Este señor, lo que está pidiendo a gritos es que salga a la luz toda esa información que yo tengo, expedientes que la prensa no ha tenido acceso o no ha querido escarbar, donde hay cosas bastante escandalosas e ilegales”.

“Donde además se compran silencios con delitos graves, donde están involucradas las vidas de ciertas personas”, subrayó.

Curiosamente, Pamela Díaz puso la cordura ante este escenario y planteó que “ya viene con varias seguidillas contigo, yo siento que hay gente que hay que dejarla pasar”. Ante lo que Jordi agregó “puede que le guste, quizás yo le gusto”.