En un acto desesperado por conseguir dinero para cubrir las deudas médicas de su esposa, el veterano Will Sharp (Yahya Abdul-Mateen II) recurre a la única persona que sabe que no debería: su hermano adoptivo Danny (Jake Gyllenhaal), quien le ofrece participar en el robo a un banco. Will no puede decir que no, pero cuando su intento de escape sale mal, los hermanos secuestran una ambulancia con un policía herido y una paramédica, y terminan huyendo mientras son perseguidos por un inmenso dispositivo de fuerzas de seguridad.

Primero hay que dejar en claro que este es un espectáculo de acción, en todo lo que abarcan esas palabras, con el sello de Michael Bay repartido con exceso en la pantalla. Por lo mismo, si no comulgas con esa prédica, lo mejor es bajarse al instante de la misa que se va a oficiar en este vehículo de emergencia. No hay nada para ti aquí.

Dicho esto y superada esa barrera, la película una vez que estalla tras presentarte a los personajes, ni siquiera te deja abrocharte los cinturones. Aparentemente, Six Underground, la colaboración de Bay con Netflix, sirvió como una especie exorcismo de la saga Transformers, cuando el director aún no hacía las paces consigo mismo fuera de las ataduras de una saga multimillonaria; porque ahora Ambulancia lo devuelve a su territorio pleno, en contacto espiritual con su filmografía de acción más noventera, poniendo los pies en la tierra para una historia independiente que quiere volar en mil pedazos.

Comentario de Cine | Ambulancia. (Foto: Universal)

Comentario de Cine | Ambulancia. (Foto: Universal)

Con marcha firme y frenética estamos ante una heist movie en toda su regla, que deriva hacia la tangente de "todo lo que puede salir mal, saldrá mal". La historia es simple y los recursos son infinitos para hacer estallar las cosas con visuales inquietas, pero hermosas. 

Michael Bay es un niño en la mañana de Navidad con los botones de los explosivos a la mano. Un niño que también recibió drones de regalo para explorar a toda velocidad los recovecos de una ciudad gigantesca, buscando las tomas más al borde de todo. Al borde de edificios, puentes, entre pilares de fierro y concreto, entre vehículos en saltos imposibles que chocan entre sí a su paso, entre los protagonistas de la acción, arriba, abajo, en torno a un eje. La cámara vuela registrando todo como si alguna sustancia ilícita le acelerara los circuitos y su mero objetivo fuese la entretención morbosa de un suceso noticioso en desarrollo, incrementando la tensión, mientras las pulsiones de la banda sonora de Lorne Balfe atiborran un escenario ya cargado de adrenalina.

Comentario de Cine | Ambulancia. (Foto: Universal)

Comentario de Cine | Ambulancia. (Foto: Universal)

Ambulancia: ¿Cómo es la nueva película de Michael Bay?

Bay siempre ha aprovechado sus recursos técnicos y ahora vuelve a estar en forma. Está en medio de una fiesta con todo lo que tiene a su disposición, ni siquiera teme a citarse a sí mismo para burlarse de su filmografía, y más de una vez. Tira el chiste y se ríe; no importa que los demás no lo sigan con carcajadas.

Pero claro, los festejos se acaban cuando el asunto se vuelve reiterativo y las dos horas de película comienzan a sentirse, porque al mago se le acaban los trucos. La trama tarda, tal vez demasiado, en sacar el último conejo del sombrero y está tan anunciado que pierde un poco la gracia. Solo si te comprometiste con los personajes, vas a encariñarte con el todo; porque los actores principales no tienen problemas para sostener la historia, hasta en los ultra close-up lucen comprometidos y quieres seguir con ellos, pero la verdad es que el conflicto ya está desgastado. No hay vuelta atrás.

Comentario de Cine | Ambulancia.(Foto: Universal)

Comentario de Cine | Ambulancia.(Foto: Universal)

Ambulancia ofrece un gran recorrido en los dos primeros tercios, pero el desenlace tiende a sacrificar todo lo que consigue previamente. Aún así esto es lo mejor que se le ha visto a Michael Bay en mucho tiempo, incluso con su humor maldito y los estereotipos aún poblando los parajes de sus cuadros. Al menos soltó esa oda al patriotismo exorbitante de sus obras previas; aquí se pone del lado de los chicos malos, como recordando su Pain & Gain.

Si eres fan o sabes a lo que vas y eso es lo que demandas, ésta es tu película y hay que verla en pantalla grande como para estrujarle su mayor impacto. De lo contrario, busca una alternativa en la cartelera.