El kéfir es un derivado lácteo fermentado con una rica presencia de bacterias y levaduras, que ayuda a mejorar la salud digestiva, además, ofrece una serie de beneficios que llaman la atención de diversos nutricionistas debido a su aporte para una dieta equilibrada.
Los expertos destacan su capacidad antihipertensiva, antioxidante y antimicrobiana. Atributos que hacen del kéfir una buena opción no solo para jóvenes, sino como un complemento nutricional ideal en la etapa de jubilación que contribuye a un envejecimiento saludable.
El Kéfir es también conocido como yogur de pajaritos
Originario de las regiones del Cáucaso, el kéfir se elabora a partir de “gránulos” de kéfir, que son una combinación de bacterias y levaduras en una matriz de proteínas, lípidos y azúcares. Estos gránulos se introducen en leche o agua azucarada para producir la bebida fermentada.
Además, promueve un equilibrio en la microbiota intestinal, el kéfir es beneficioso para el sistema inmune y actúa como un potente antibacteriano, lo que puede proteger al cuerpo contra diversas infecciones.
Su alto contenido de vitaminas B12 y K2, así como de calcio, lo hacen especialmente valioso para la salud ósea, siendo un posible aliado en la prevención y tratamiento de la osteoporosis, una preocupación común en los adultos mayores.
Por otro lado, los estudios sugieren que el consumo de kéfir podría incluso reducir el riesgo de cáncer gracias a sus propiedades antioxidantes.
Con todas estas ventajas, no es de extrañar que este antiguo alimento esté resurgiendo como un elemento esencial en la dieta de quienes buscan mantener una buena salud a largo plazo.