Durante la pandemia, muchos decidieron abrir sus corazones y hogares a nuevas mascotas. La idea de tener un “pandemic puppy” o un gatito ronroneando en casa sonaba como la receta perfecta para combatir el aislamiento, la ansiedad y la tristeza que trajo consigo el confinamiento.

Pero, ¿y si te dijera que quizás adoptaste a tu peludo amigo con expectativas demasiado altas? Un nuevo estudio desafía la creencia de que tener una mascota es sinónimo de mejor salud mental.

¿Realidad o mito? Lo que revela la ciencia sobre los animales y la mente

Investigadores de la Universidad de Aarhus y el King’s College de Londres han revelado datos que podrían sorprenderte: tener una mascota no mejoró la salud mental de las personas durante la pandemia.

En un estudio que involucró a más de 6.000 personas en el Reino Unido, se monitorearon niveles de depresión, ansiedad, pérdida de placer (o anhedonia) y soledad durante un año. ¿El resultado? Nada de lo que todos esperábamos: los dueños de mascotas, en lugar de sentirse mejor, reportaron niveles ligeramente más altos de problemas emocionales que aquellos sin mascotas. ¡Sí, leíste bien!

La profesora Christine Parsons, una de las autoras principales del estudio, no pudo ocultar su sorpresa y dijo que: “los resultados realmente nos sorprendieron. Esperábamos encontrar que las mascotas ayudaran a mejorar la salud mental, pero no fue así“.

Además, la investigación publicada en Mental Health & Prevention, no encontró ninguna diferencia significativa en cuanto a mantener una rutina diaria estructurada entre los dueños de perros y los que no lo son. Así que, si pensabas que tener un perro te convertiría automáticamente en una persona más organizada, puede que te lleves una pequeña desilusión.

¿Y la famosa “señora de los gatos”?

Seguro has oído el cliché de la “señora de los gatos”, una solitaria y un poco desequilibrada.

¡Pues este estudio también tiene algo que decir al respecto! Resulta que, entre las personas que viven solas, los dueños de gatos y perros reportaron niveles de soledad ligeramente más bajos que aquellos sin mascotas.

Sí, incluso los gatos, esos seres tan independientes y misteriosos, parecen ofrecer un poco de compañía y consuelo. Pero, ojo, los efectos son bastante pequeños, así que no vamos a exagerar.

Curiosamente, para quienes viven acompañados (en pareja, con familia o roommates), tener una mascota no marcó ninguna diferencia en sus niveles de soledad.

¡Y un dato más! Aunque las mujeres tienen más gatos que los hombres (30,3 % frente al 22,7 %), el estudio muestra que ellas no son más solitarias, ansiosas o deprimidas que los hombres que también tienen felinos.

Una nueva perspectiva sobre el rol de las mascotas en nuestras vidas

Entonces, ¿qué podemos aprender de todo esto? Quizás es hora de ser un poco más realistas sobre lo que significa tener una mascota. No es una solución mágica para los problemas de salud mental, aunque pueden brindar una buena dosis de compañía, especialmente para quienes viven solos.

“Nuestros hallazgos sugieren que, aunque las mascotas pueden proporcionar compañía, no son una cura para los problemas de salud mental, especialmente durante tiempos difíciles como una pandemia”, explicó la profesora Parsons.

Este nuevo estudio abre la puerta a una conversación más matizada sobre los beneficios de tener mascotas.